Después del ataque de ayer a los alumnos de un centro de estudios de Oregon donde murieron alrededor de 10 personas, los opositores a las leyes que rigen el uso de armas en Estados Unidos nuevamente piden la imposición de más restricciones sobre su propiedad. 

Barack Obama, presidente que se ha dirigido al menos 14 veces a su pueblo por diferentes tiroteos acontecidos durante su mandato, apareció nuevamente ayer para también ejercer presión con el objetivo de cambiar la normativa de armas:

"De alguna manera, esto se ha convertido en rutina. Los reportajes son de rutina. Mi respuesta aquí, en este podio, el tema durante las repercusiones del tiroteo, termina siendo rutina. Nos hemos vuelto insensibles frente a esto. Nuestro corazón y nuestras oraciones no son suficientes. No captura el dolor, la pena y la rabia que deberíamos sentir, y no hace nada para prevenir que esta carnicería sea causada en algún otro lugar en Estados Unidos".

En contraposición, los defensores de la Segunda Enmienda rechazan la idea de que restringir las leyes de posesión de armas vaya a llevar a una disminución de tiroteos de este tipo.

Sin embargo, a pesar de sus argumentos, numerosos países que han sido víctimas también de estos terribles fenómenos sociales como Reino Unido, Noruega, Finlandia y Australia, han instaurado grandes reformas armamentistas que les han dado resultados evidentes y positivos. 

Australia

Una de las primeras acciones de John Howard como primer ministro del país fue una reforma sobre el control de armas. 

Dicha acción se puso en marcha dos semanas después de que 35 personas perdieran la vida a manos de Martin Bryant, un hombre solitario y perturbado que portaba un rifle semi automático de corte militar en un lugar turístico de Tasmania en 1996.

La tragedia fue conocida como la masacre de Port Arthur e incentivó la adopción de controles de armas más estrictos.

Es así que Howard comenzó una campaña en contra de las armas por todo el territorio australiano a tal punto de presentarse en una protesta de personas a favor de su uso usando un chaleco antibalas.

Además también participó en un exitoso operativo de 'recompra' de armas que sacó de circulación a 650 mil armas en el país. 

Los rifles y las escopetas de alto calibre fueron prohibidos y sus licencias, restringidas. Además las armas restantes fueron inscritas de tal manera que respetaran los estándares nacionales. 

Cabe resaltar que la sociedad australiana ha sido comparada muchas veces con Estados Unidos por su ideología del 'salvaje oeste'. Sin embargo, a diferencia de los norteamericanos, los australianos no se apoyan en el derecho constitucional para portar armas.

Como resultado de la reforma, el riesgo de muerte por disparos cayó más del 50% y se mantuvo allí hasta la fecha. Además, un estudio del 2012 de Andrew Leigh, indicó que la recompra trajo como consecuencia una caída del 80% en las tasas de suicidio por arma de fuego. 

Reino Unido

En 1987, Michael Ryan arremetió contra un grupo de personas en la ciudad de Hungerford. Armado con una pistola, una granada y un rifle automático, mató a 16 personas y dejó heridas a otras 12. 

Después de la masacre, el país introdujo la Ley de Armas de Fuego de 1988. Esta nueva norma hacía obligatorio el registro de armas y prohibió las posesión de semiautomáticas y las armas de acción de bombeo. 

Sin embargo, nueve años después de la tragedia, Thomas Hamilton, atacó una escuela de Dunblane provocando la muerte de 16 niños de entre cinco y seis años y de su profesor. 

En vista de ello, Reino Unido emprendió una campaña de gran éxito que incluyó la recolección de 750 mil firmas para reformar nuevamente la ley de armas. Es así que se aprobó una nueva normativa que prohibió la posesión privada de todas las armas cortas.

A pesar de ello la violencia no cesó y Gran Bretaña se vio afectada por otra masacre en el 2010. Y es que Derrick Byrd mayó a 12 personas en un tiroteo en Cumbria, región ubicada al norte de Inglaterra. El cuerpo del asesino fue encontrado junto a dos potentes rifles, uno de ellos equipado con una mira telescópica. 

Y Byrd tenía licencia para portar armas. Es así que otra vez Reino Unido se planteó nuevas preguntas sobre la efectividad de las leyes de armas. 

Ahora el proceso de solicitud de licencia exige una investigación policial y una evaluación médica de aptitud. 

Finlandia

En el 2007 un adolescente atacó con una pistola a una escuela secundaria en Tuusula. El atentado dejó ocho personas muertas y en el lugar de los hechos se encontró un total de 69 proyectiles y más de 320 balas sin usar. 

La policía informó que el asesino, quien no tenía historial delictivo, obtuvo su licencia tan solo un mes antes de los hechos y señaló que practicaba el tiro al blanco en su tiempo libre dentro de un campo de tiro de la localidad donde vivía. 

Un año después otra tragedia volvió a ocurrir cuando Matti Juhani Saari, quien usaba pasamontañas y traje militar negro disparó de manera indiscriminada en el campus de la Escuela de Hospitalidad, en la ciudad de Kauhajoki. Diez personas murieron en un atentado de más de 90 minutos. 

En vista de los tiroteos que no cesaban, el Gobierno emitió nuevas medidas sobre el uso de armas de fuego, especialmente sobre pistolas y revólveres. 

Ahora los nuevos solicitantes de licencias tienen que demostrar que han sido miembros activos por al menos un año de un club de armas. Además deben ser investigados por la policía y por los médicos especializados. 

Asimismo se establece que la edad mínima para pedir una licencia de armas de cañón corto es 20 años, mientras que la edad mínima para rifles de cacería es de 18 años. Los permisos tienen una vigencia de cinco años antes de establecerse una nueva revisión. 

Como resultado, las cifras lo dicen todo. En el 2013 se emitieron 59.324 permisos para portar armas, lo que demuestra una disminución del 30% desde el 2007, fecha en la cual se otorgaron 85.409 licencias. 

Noruega

En el 2011 Anders Behring Breivik detonó una bomba fuera de la oficina del primer ministro en Oslo, lo que provocó la muerte de ocho personas. Inmediatamente después se trasladó hacia la isla de Utoya donde protagonizó un tiroteo que acabó con las vidas de 69 personas que participaban de un campamento juvenil.

El asesino, conocido como el autor de la masacre de Oslo, fue condenado a 21 años de prisión. 

Y a pesar de que la posesión de armas estaba muy regulada, un informe calificó los controles armamentistas noruegos como 'inadecuados'. Es así que exigió la prohibición total de armas semiautomáticas.

Cabe resaltar que al igual que Finlandia, Noruega tiene un buen número de armas circulando debido a que la cacería en un hobby nacional. Sin embargo, nada se compara con la cantidad que hay en Estados Unidos. 

La encuesta 'Small Arms Survey 2007: Guns and the City', indica que hay 32 armas de fuego por cada 100 habitantes en Noruega, mientras que en Estados Unidos, hay 88,82 por cada 100 personas. 

(Foto de cabecera: nbcnews.com)