Un tema principal a tratarse en la Asamblea General de la ONU y que tiene a Vladimir Putin y Barack Obama como principales protagonistas, es la situación en Siria, un país claramente afectado por la acción de Estado Islámico.
Y es que Estados Unidos y Rusia tienen intereses en el país de Medio Oriente, por lo que es más probable, al menos en teoría, que ambos puedan establecer una causa común para actuar contra la organización terrorista que viene causando destrucción y muerte por donde quiera que pase.
Por su parte, Moscú ha ido posicionándose con un rol cada vez más importante en el conflicto sirio, lo que hace pensar a muchos que el Kremlin ya le ha arrebatado la iniciativa a la dubitativa Casa Blanca.
Al respecto, Putin ha pedido la creación de una 'amplia coalición internacional' para hacer frente al terrorismo y así devolverle el 'Gobierno legítimo' a Siria.
Es así que el presidente ruso, en su discurso en la Asamblea General de la ONU, donde se presenta por primera vez en 10 años, afirmó:
"Debemos unir fuerzas para afrontar los problemas que enfrentamos todos".
En tanto, John Kerry, secretario de Estado de Estados Unidos, señaló que en lo posible tratarán de evitar una coalición en el terreno sirio:
"Será el inicio de un esfuerzo genuino por ver si hay forma de no chocar en el terreno. Pero también por tratar de encontrar un camino efectivo para conseguir una Siria unida, secular, estable y en paz".
Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones e intereses comunes, existen grandes brechas en cuanto a las visiones de ambos mandatarios y, en consecuencia, en la forma en la que piensan resolver el problema en Siria.
El papel de Bashar al Assad
El presidente de Siria es visto por Rusia como parte de la solución, mientras que Estados Unidos lo considera parte del conflicto.
Es de esta manera que la Casa Blanca está convencida de que el autoritarismo de Bashar al Assad es una de las principales causas de la inestabilidad en el país pues esto les facilita las cosas a los fundamentalistas islámicos.
Es por ello que Obama, quien ya antes acusó a Assad de matar a su propio pueblo, probablemente le insista a Putin que la solución tendrá que venir acompañada de la salida de su histórico aliado.
Sin embargo, el presidente ruso, que siempre ha defendido al Gobierno de Damasco, lo presenta como un ejemplo de la institucionalidad que debe ser resguardada para evitar la ocupación terrorista.
Es así que cuando Obama le proponga una transición política, posiblemente Putin le conteste que debe esperar a la derrota indiscutible de Estado Islámico primero.
El apoyo militar
Mientras que Putin apoya abiertamente a las fuerzas sirias del gobierno, Washington ha optado por ayudar a los opositores más moderados del Gobierno de Damasco.
El mandatario ruso incluso ridiculizó la iniciativa de Obama:
"El objetivo inicial (de EEUU) era entrenar entre 5.000 y 6.000, luego 12.000, pero al final sólo se entrenaron 60 y sólo cuatro o cinco están realmente peleando. El resto simplemente desertó con sus armas estadounidenses para donde el Estado Islámico".
Además afirmó que ayudar de manera militar a organizaciones ilegítimas constituye una falta al derecho internacional y a la Carta de Naciones Unidas.
A pesar de ello, el Gobierno estadounidense cree que el auxilio ruso al régimen sirio hará que el presidente sienta menos presión para establecer negociaciones, lo que podría hacer que el conflicto se alargue mucho más.
Los aliados
Estados Unidos ha contado, desde el principio del conflicto, con la ayuda de Arabia Saudita, que también piensa que lo mejor es derrocar a al Assad.
Por otro lado, Rusia sorprendió a muchos al anunciar ayer un nuevo acuerdo con Irak e Irán para compartir labores de inteligencia y combatir así a Estado Islámico.
Y conocida la rivalidad entre Irán y Arabia Saudita, muchos creen que lejos de conformar un camino hacia la paz, se establecerán dos coaliciones enemigas.
El protagonismo
Finalmente y no menos importante, la mayor diferencia entre Putin y Obama, tiene que ver con la importancia de sus papeles dentro del conflicto sirio.
Estados Unidos parece haber sido inmiscuido en el problema en contra de su voluntad. Además, Obama es consciente de que su involucramiento podría debilitar notablemente a su Gobierno.
Por otro lado, Rusia no cuenta con este problema. Y es que la situación fortalece la imagen de líder de Putin y su resolución le devolverá al país su protagonismo en el mundo luego de la caída de la Unión Soviética.
(Foto de cabecera: nbcnews.com)