Wolkswagen (VW) está en aprietos por una farsa. Tras revelarse que la firma automotriz alemana falseaba los datos para que sus vehículos pasaran controles ecológicos, sus acciones se desplomaron 22% en la Bolsa de Valores de Frankfurt.

¿En qué consistía la manipulación? Las autoridades estadounidenses revelaron que el fabricante germano había instalado en unos 482.000 vehículos un sofisticado programa informático capaz de detectar de forma automática el momento en que eran sometidos a un test medioambiental oficial.

Este programa espía activaba un mecanismo interno que limitaba la emisión de gases contaminantes, y le permitía al vehículo pasar el control sin problemas y obtener un certificado de conducción ecológica.

Pero luego de que finalizaba el test, el mecanismo se desactivaba y el vehículo liberaba entonces en la atmósfera gases contaminantes adicionales, sobre todo dióxido de nitrógeno o NOx, relacionado con graves enfermedades respiratorias como el asma.

La imagen hasta ahora intachable deWolkswagen, con sede en la ciudad alemana de Wolfsburgo, se vio seriamente afectada y podría traducirse en duras multas, que alcanzarían los US$18.000 millones.

El presidente de la firma, Martin Winterkorn, se vio obligado a pronunciarse ante este escándalo, y prometió cooperar con las autoridades para aclarar los hechos

"Personalmente lamento mucho que hayamos roto la confianza de nuestros clientes y del público". 

Varios corredores ya rebajaron su recomendación sobre los acciones de Volkswagen, tras las referidas revelaciones que surgieron mientras la automotriz germana tenía previsto despejar dudas sobre la dirección en una reunión de supervisión del viernes, acerca de tomar decisiones sobre una nueva estructura de la compañía o una reestructuración gerencial.

A este caso se suma los problemas operativos de VW, como por ejemplo la caída de las ventas en China y los esfuerzos por impulsar las ganancias de su marca. "Este desastre va más allá de todas las expectativas", manifestó Ferdinand Dudenhoeffer, director del Centro de Investigación Automotriz en la Universidad de Duisburgo-Essen.

EN LA MIRA

En medio de este complejo escenario, el Gobierno alemán le pidió este lunes a las automotrices que demuestren la veracidad de sus datos de emisiones contaminantes. De hecho, un portavoz del Ministerio de Transportes germano se pronunció:

"Esperamos informaciones fiables de los fabricantes, para que la Autoridad Federal de Transportes Motorizados, KBA, pueda investigar si hubo manipulaciones similares en Alemania o en Europa". 

Mientras tanto, Volkswagen decidió suspender la venta en EEUU de sus modelos diésel de cuatro cilindros de las marcas VW y Audi, luego de que reconociera que falseó datos de emisiones contaminantes.

Esos dos modelos representaban el 23% de las ventas de Volkswagen en los Estados Unidos. La firma germana vendió de enero a agosto un total de 240.000 vehículos en el mercado norteamericano.