El Perú es el cuarto país en el mundo con mayor extensión de bosques tropicales –64 millones de hectáreas en la Amazonía–, por lo que su protección es fundamental para mantener las formas de vida y el equilibrio económico y social de las poblaciones indígenas de más de 50 grupos étnicos.

Tomando en cuenta ello, y en el marco de la COP20 que se desarrolló el año pasado en Lima [y en medio del debate internacional sobre manejo de bosques y titulación de tierras nativas tras el asesinato de los cuatro líderes ahsáninkas de Saweto], en diciembre del 2014 el Banco Mundial lanzó el Mecanismo Dedicado para Pueblos Indígenas y Comunidades Nativas (MDE), un plan que busca promover la consolidación territorial que implica el saneamiento, rectificación y ampliación de alrededor de 800 comunidades nativas en siete regiones; y la implementación de acciones de manejo de recursos naturales en bosques amazónicos, como parte del fortalecimiento de gobernanza e igualdad de género. 

El proyecto le permitía trabajar por primera vez de manera directa con las comunidades nativas que habitan el 23.9% del territorio amazónico en el Perú. Para ese propósito se alió con la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) y la Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (Conap), que son parte del Comité Directivo Nacional MDE Perú. Además, WWF Perú es la institución articuladora que brinda asistencia técnica a los nativos en el manejo de recursos naturales.

El Banco Mundial está ayudando a líderes indígenas a diseñar el MDE para Saweto, que será administrado por ellos mismos e implementado a nivel comunitario. Este MDE financiará la titulación de tierras y la silvicultura comunitaria, dos prioridades importantes para los nativos.

 

Nueve meses después, el directorio ejecutivo del Banco Mundial ha aprobado una donación de US$5.5 millones del Fondo Climático Estratégico para apoyar a las comunidades indígenas en sus esfuerzos por proteger la Amazonía peruana.  

“Este esfuerzo puede tener un impacto significativo en la reducción de la pobreza y vulnerabilidad, en tanto las comunidades con tenencia garantizada de la tierra suelen tener un mejor acceso a fuentes tradicionales de alimentos, medicinas y un mayor nivel de participación en programas nacionales de protección social y redes de protección”, destacó Alberto Rodríguez, director del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela.

El proyecto Mecanismo Dedicado para Pueblos Indígenas y Comunidades Locales Saweto apoya la lucha contra el cambio climático y el crecimiento inclusivo a través de la mejora de la protección y el reconocimiento legales, así como el desarrollo de capacidades, necesarias para empoderar a las comunidades de la Amazonía peruana que se preocupan por los bosques en los que viven. Es crucial que el manejo y protección de la tierra por parte de estos pueblos continúe, dado que el Amazonas representa uno de los mayores mitigadores de gases de efecto invernadero de América del Sur.

Algunos de los resultados previstos incluyen el reconocimiento de 310 comunidades indígenas de la Amazonía en el Registro Nacional de Comunidades Indígenas; la demarcación de tierras, títulos de propiedad y registro en la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (Sunarp) para 130 comunidades, lo que supone, al menos, 780,000 hectáreas de tierra; y la implementación satisfactoria de 50 subproyectos de seguridad alimentaria, 20 de generación de ingreso y 5 de producción sostenible de madera.

La tasa de deforestación ha aumentado en el Perú, especialmente en aquellas áreas que carecen de derechos sobre el territorio. Según el Plan de Inversión Forestal peruano, los principales motores de la deforestación son la migración, la expansión agropecuaria y los proyectos de infraestructura, como la construcción de carreteras o la extracción no regulada de madera. Por el contrario, las reservas territoriales, que incluyen tierras designadas como indígenas y áreas naturales protegidas, muestran las menores tasas de deforestación.

El funcionario de la entidad financiera señala que este proyecto busca facilitar la supervivencia física y cultural de las comunidades indígenas que dependen de los bosque. Para ello, brindará mayor seguridad a la tenencia de la tierra y apoyará el uso sostenible mediante la concesión de títulos de propiedad, además de promover la gestión forestal indígena, gobernanza y sostenibilidad.

    

(Foto cabecera: Maria Stenzel)