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"El descubrimiento del Señor de Sipán produjo un impacto académico, social y económico"

Veintiocho años después del descubrimiento del monarca mochica, el arqueólogo Walter Alva sigue estudiando apasionadamente su legado. Recientemente fue premiado en Lima y LaMula.pe conversó con él. 

Publicado: 2015-09-13

El 21 de julio de 1987, hace 28 años el arqueólogo Walter Alva hizo uno de los más grandes descubrimientos arqueológicos en el Perú al encontrar una tumba intacta de un monarca mochica: el Señor de Sipán. El hallazgo marcó un antes y un después en la vida de todos los lambayecanos, en su historia e identidad cultural, pero también en el resto de peruanos y sobre todo en la arqueología nacional.

"el señor de sipán marcó mi vida", dice el famoso arqueólogo. foto: ana cabrera

El investigador cajamarquino no se cansa de hablar del Señor de Sipán, y es que desde lo ocurrido en Huaca Rajada se dedicó –fuera de su ámbito familiar– al monarca. Incluso alguna vez dijo que es su último sirviente. En cada referencia muestra humildad, respeto y pasión, como si el descubrimiento hubiera sido ayer.

Nadie duda que es el arqueólogo peruano contemporáneo más conocido en el país y en el exterior. Lo entrevistan, lo invitan a charlas e inauguraciones de muestras de Sipán, lo premian. Y precisamente esta semana la Universidad de Piura y la Fundación Clover de Nueva York le entregaron el Premio Esteban Campodónico 2015 por su destacada actividad profesional. LaMula.pe conversó con él en Miraflores.


Veintiocho años después, ¿por qué debemos continuar hablando del Señor de Sipán?

Fue un hito muy importante para la arqueología. Primero por el impacto que produjo este descubrimiento, uno que va más allá de quién haya tenido el privilegio de generarlo o desarrollarlo. 

El hecho de encontrar la tumba intacta de un gobernante del antiguo Perú fue un acontecimiento porque este país ha sido saqueado, ha sido despojado de todas sus riquezas, de su variedad cultural, desde la época de la conquista y especialmente desde las últimas cuatro o cinco décadas. Para abastecer de más antigüedades al mundo se han sacrificado cientos de monumentos, se han alterado los contextos de información maravillosa que te permitían construir la verdadera historia de nuestro pueblo, que va más allá de los documentos escritos. 

Con el hallazgo cambió el conocimiento y la interpretación de la cultura Mochica. Los magníficos ornamentos, emblemas y atuendos excavados fueron claves para entender el contexto en el que vivió esta civilización, y para revisitar su desarrollo tecnológico y sus estructuras sociales, políticas y religiosas.

Sipán ha marcado un hito en el mundo académico, en la comunidad y además un impacto económico para Lambayeque debido al turismo.

Y los habitantes de Sipán y del norte se sienten orgullosos de su monarca. ¿Hay una mayor autoestima entre ellos?

 Definitivamente. Es que antes de este hallazgo se presentaba a nuestras culturas como algo lejano a nosotros, nuestra cultura sólo era huacos. Nosotros nos preocupamos mucho de darle una personalidad: no hablamos nunca del oro de Sipán, ni del tesoro de Sipán, sino del Señor de Sipán. Detrás de esos sujetos hay hombres, y esos son seres maravillosos, no solamente con ornamentos sino sobre todo con manejo de una sociedad. Y se personifica y se convierte en alguien icónico para los peruanos.

alva en 1987, en pleno trabajo de recuperación. foto: archivo familia alva

Ahora la gente habla del Señor de Sipán, con respeto, con reverencia y orgullo. Lo reconocen como su más antiguo gobernante, y se sienten descendientes de él; algo que no ocurría antes, pues no había de quién sentirse descendiente. 'Resucitamos' a un personaje del Perú antiguo. Y cuando regresó de Alemania, el impacto trascendió a los lambayecanos. Miles de personas lo visitan cada año.

Al principio, cuando queríamos hacer una representación del Señor de Sipán ningún poblador quería ser modelo, pero cuando les explicábamos de quiénes eran descendientes luego teníamos excedente de voluntarios. 'Buscamos a los que sean descendientes de los hombres que eran sabios de Lambayeque, y no de los delincuentes españoles que nos vinieron a robar el oro', decíamos.

Sipán es ahora un icono de la región Lambayeque y un referente del pasado peruano.

Y además la región se ha beneficiado...
El beneficio es evidente, Lambayeque era un pueblo que no tenía un movimiento turístico grande. Con el fenómeno de Sipán tenemos 160 mil visitantes por año, promedio de 500 visitantes por día y eso en cualquier museo del mundo es un número muy aceptable, y eso ha generado ingresos grandes para la región: turismo, gastronomía, transporte, etcétera. Por otro lado, nuestro enfoque de arqueología social ha permitido gestionar proyectos para mejorar las condiciones de vida de los pobladores con agua desagüe, creación de plazas, locales comunales, capacitaciones en diversas actividades, gastronomía, artesanía. No hay duda, se debe involucrar a las poblaciones que están cerca de los monumentos, para que ellos asuman la responsabilidad de su preservación. 
La arqueología peruana reingresó a la escena nacional...

Se reiteró el interés por conocer lo peruano, que estaba decayendo, la arqueología pasó a un plano de cierto interés en el periodismo, en la clase política; empezó a tener presencia en la vida actual de los peruanos. 

Alva apueSta por la arqueología social en los poblados del área de influencia de los centros arqueológicos. foto: ana cabrera

Sipán sintetizó todo lo que hay en la arqueología peruana: un descuido por la conservación de nuestra herencia cultural, la indiferencia absoluta de las autoridades para protegerla, el saqueo generalizado y casi legalmente instituido en el Perú, la existencia de un tráfico de bienes culturales y la falta de investigaciones. 

Antes de Sipán faltaba una arqueología a nivel práctico, que dijera que somos capaces de investigar nuestro pasado, que estamos al servicio de la comunidad, al servicio de un país, y que estos descubrimientos deben servir para sustentar nuestra identidad. Estos pasos se han cumplido con Sipán. En Huaca Rajada trabajamos en medio de dificultades y escasos recursos, pero lo destacable es que la arqueología dejó de ser una investigación reservada sólo para un pequeño grupo de profesionales.

¿La arqueología peruana recibe más atención del Estado?
Falta un poco más de inversión. Debería haber más atención y entender que los museos pueden llevar a cabo actividades educativas, no solo deben ser turísticos, deben educar. Cada pueblo debe tener su museo. Y de momento tenemos ejemplos de muchas casas que van convirtiéndose en pequeños museos.
Usted continúa recibiendo distinciones ahora cuenta con una más...

Bueno yo siempre reconozco a toda la gente que ha trabajado conmigo, así como una orquesta no es tal sin sus músicos, yo no puedo estar sin mis arqueólogos, los actuales y los anteriores, siempre valoro el trabajo que realizan, hasta el último obrero. El arqueólogo debe ser muy comprometido, y cada distinción es una responsabilidad y un premio para el conjunto.

alva recibiendo  distinción de la universidad de piura y de la Fundación Clover. foto: univ. de piura



Escrito por

ALBERTO ÑIQUEN G.

Editor en La Mula. Antropólogo, periodista, melómano, viajero, culturoso, lector, curioso ... @tinkueditores


Publicado en

Redacción mulera

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