Después de que la Municipalidad de Lima otorgara nuevamente la licencia de circulación a la empresa E.T. Carretera Central S.A.C. con trayecto de Lima Cercado-Chosica, conocida popularmente como 'El Chosicano', la línea de transporte volvió a protagonizar un nuevo y aparatoso accidente en el distrito de Santa Eulalia. 

Y es que el exceso de velocidad y el estado de ebriedad del conductor del vehículo ocasionaron que su unidad se estrellara y empotrara contra la fachada de una casa en la Calle Los Próceres en el centro poblado San Pedro de Mama, en el distrito de Santa Eulalia en la provincia de Huarochirí.

Y el accidente no solo causó destrozos en el frente de la vivienda, sino que también derrumbó un árbol que se situaba delante de la casa y tumbó la sala del recinto. 

La familia residente en el inmueble se encontraba durmiendo cuando ocurrió el hecho en la madrugada de hoy. Un fuerte sonido los alertó al momento del impacto. Cuando intentaron salir para ver qué ocurría no pudieron hacerlo pues el vehículo se encontraba empotrado en el muro que separaba la vivienda de la calle. 

La casa quedó en precarias condiciones. Además la pared de ladrillo y cemento quedó derrumbada completamente y la familia tuvo que cubrir la gran abertura con una tela para protegerse. 

Momentos después llegaron los bomberos que tardaron varios minutos en sacar el autobús de la fachada de la casa.

El permiso de la Municipalidad

Entre marzo y agosto de este año, la comuna limeña informó que cinco empresas de transportes habían sido suspendidas de forma precautoria puesto que algunas de sus unidades se habían visto involucradas en accidentes de tránsito con víctimas mortales. Entre ellas se encontraba el mortal 'Chosicano'.

Sin embargo, la Municipalidad les ortorgó nuevamente la licencia luego de que las empresas se presentaran al proceso de adecuación de la Ordenanza 1876.

Esta normativa emitida en febrero del 2015 señala que las empresas de transporte público deben presentar una documentación que garantice el cumplimiento de diversos requisitos como ser dueños de la flota, tener a sus trabajadores en planilla, etc. 

Además debían entregar una declaración jurada que certifique que no tenían una suspensión vigente, hecho que no se comprobó pues las cinco empresas sí habían sido sancionadas. 

Al respecto, Érika Mendoza, asesora de la Gerencia de Transporte Urbano, justificó a la comuna pues afirmó que cometieron un error de comunicación al no informar que las suspensiones podían ser apeladas por las empresas como lo hicieron en el momento. 

Sin embargo, como vemos hoy, las medidas de la Municipalidad para salvaguardar el tránsito y la seguridad de las personas, no han sido efectivas pues nuevos accidentes desastrosos continúan ocurriendo en la capital.

(Foto de cabecera: larepublica.pe / imagen referencial)