En el primer trimestre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó las previsiones de crecimiento de India y destacó que esta economía crecería 7.2% en el 2015 y 7.5% en el 2016. Ello a partir de anuncios del nuevo gobierno indio: nuevos proyectos de inversiones, un sistema de meta inflacionaria y el avance del sector energía. Así, estaría a la cabeza de las economías emergentes, ¿y por encima de China? Eso opinan los que saben de economía internacional.

Tras la desaceleración económica de China, ¿India se beneficiaría y la desplazaría como nuevo motor mundial? 

De hecho, la ralentización de la economía china provocará que algunos países surjan como motores financieros mundiales. Aunque muchos economistas aseguran que el temor a la debacle china es exagerado, no pocos analistas miran los índices de India, la economía de los BRICS que crece con mayor rapidez. La pasada semana se informó que su PBI creció 7% y hay buenas perspectivas de que esta cifra crezca a mediano plazo, incluso la consultora llegando IHS ha estimado que llegará a 8.1% en el 2016.

A favor de India

La economía de India es menos vulnerable a una desaceleración china que otras economías asiáticas. El diario alemán Deutsche Welle ha hecho un breve sondeo al respecto. Shang-Jin Wei, economista jefe del Banco Asiático de Desarrollo, dice que las empresas indias están menos integradas a las chinas y no venden demasiado al mercado mundial, por lo que "una ralentización china tiene un efecto limitado en India”.

Por su parte, Oliver White, de la consultora británica Fathom Consulting, señala que las exportaciones de India, además de representar poco más del 20% de su PBI, son muy diversificadas, con un sector servicios que supone casi el 50% del total, lo que hace al país menos dependiente que otros asiáticos en lo que se refiere al comercio de productos. 

India se beneficia de los actuales bajos precios de las materias primas, que –todo indica– continuarán por ese camino. "Otro aspecto favorable –remarca el diario alemán– es que los inversionistas interesados en los mercados emergentes se encuentran ante opciones limitadas dadas las actuales circunstancias de la mayoría de las economías de estos países. En este contexto, India se convierte en un atractivo lugar para inversores por sus estables condiciones macroeconómicas, su renovado momento político y un gobierno proclive a encauzar negocios".

Otro estudio, del diario digital de economía Quartz India, resalta las oportunidades de este país en cuanto a los precios de los commodities, la manufactura y la inversión extranjera. Muy parecido a lo que dice el diario alemán en el párrafo anterior.

Así, destaca que el precio más barato del petróleo crudo será un gran bono para las finanzas del gobierno indio y servirán de colchón para la cuenta corriente nacional. También subraya que el componente importado de la inflación será menor en la economía india debido al precio más barato del petróleo crudo y otros commodities. Además, estos precios bajos las corporaciones indias tendrán menores costos y mejores márgenes de ganancia. Finalmente, los analistas de este portal apuntan que como consecuencia de la desaceleración de la economía china, los inversionistas globales están buscando nuevos centros de crecimiento en donde invertir. "India es una alternativa atractiva al mercado chino, y puede aprovechar la coyuntura para obtener una mayor participación del mercado de capitales global. Esto le permitirá financiar, entre otras cosas, los proyectos de infraestructura que tanto requiere", indican.


¿Nueva China?

No obstante las 'ventajas' indias, hay analistas que consideran que India no es la nueva China y dudan que sea un rival, al menos a corto plazo. Aunque ambos países tienen un número similar de habitantes, el PBI chino es cinco veces mayor que el de India. 

Otro economista consultado, Shilan Shah, de la consultora Capital Economics, explica que incluso en el caso de que China creciera solo un 5% anual durante los próximos tres años, aún contribuiría con un porcentaje del 0.8 o 0.9% al crecimiento global. “Supongamos, para comparar, que India logra una media de crecimiento de un 7% anual. En ese caso, solo contribuiría con un 0.5" al crecimiento mundial”, explica. 

Lo cierto es que estas dos economías no solo se diferencian en la calidad y calado de sus estructuras, sino también en el hecho de que la china se basa sobre todo en lo industrial, mientras que la india se ve impulsada por el mercado interno, por lo que necesita fortalecer su sector de manufacturas y ser más competitiva en sus exportaciones. 

De hecho, India tendrá un papel cada vez más relevante como motor de la economía global y su voz será cada vez más importante en foros internacionales. Pero, como se desprende del informe del Deutsche Welle aún no podrá ocupar el sitial de China.