En 1922, el gobierno del presidente Augusto B. Leguía firmó el Tratado Salomón-Lozano que definió los límites del Perú con Colombia. Mediante ese Tratado, Colombia se quedó con el espacio interfluvial comprendido entre los ríos Putumayo y Caquetá y también con el territorio conocido como Trapecio Amazónico, que se extiende entre el Putumayo y el Amazonas, dentro de cual se encuentra Leticia

Lo extraño es que este segundo espacio no había sido materia evidente de los reclamos colombianos. Hubo entonces una cesión extraña de un territorio que estaba ocupado por el Perú y de un centro poblado como Leticia que había sido fundado por peruanos. El tratado de límites, mantenido en secreto por el gobierno de Leguía durante años, fue repudiado por ciudadanos de Loreto y otros afincados en ese departamento. Indignados, decidieron rescatar Leticia en una acción cívica que se ejecutó el 1 de setiembre de 1932. Diez meses más tarde, y luego del asesinato del presidente Sánchez Cerro, el Perú refrendó el Tratado y retiró sus tropas que ocupaban Leticia. Sobre este episodio trata el libro El Rescate de Leticia, escrito por Pablo Carmelo Montalbán, uno de los voluntarios que se enroló en el Ejército peruano para defender esa parte del territorio nacional. Es un evento histórico poco y mal conocido en el país.   

El texto que sigue es la presentación del libro hecha por el antropólogo Alberto Chirif, en Iquitos, la noche del pasado jueves 27 de agosto.