Agosto del 2015 fue el mes con más asesinatos en El Salvador desde la guerra civil acontecida en la década de los ochenta. Y es que nada menos que 907 muertos han sido registrados en solo treinta días. 

Según el Instituto de Medicina Legal y la policía salvadoreña, hasta el 22 de agosto, más de 3.800 personas han sido asesinadas por la violencia entre las pandillas y los agentes policiales del país. Para finales del mes, el número llegó a 4.239 muertos. 

Estas cifras contrastan exponencialmente con el número total de fallecidos en todo el 2014 que llegó a los 3.912 homicidios. Es así que en solo los primeros ocho meses de este año, la tasa de violencia superó a los 12 del 2014.

Y la intensidad de la violencia no desciende, sino apunta a incrementarse. Es así que, como van las cosas, la cifra del 2015 podría superar tranquilamente a la marca histórica del fin de la guerra, registrada en el 2009 con 4.367 muertos. 

Las maras

Los enfrentamientos entre pandillas y la policía son la principal causa de todas las vidas perdidas. Y es que la situación se ha recrudecido en el último año llevando hasta el límite el índice de violencia en el país centroamericano. 

Se calcula que El Salvador tiene alrededor de 70 mil pandilleros operando y controlando todo en la región, desde el comercio, hasta el transporte. 

Solo en julio pasado, las maras organizaron un paro de transporte y obligaron a los choferes a suspender sus actividades para acudir a la huelga nacional. Las unidades que no acogieron la medida fueron incendiadas registrándose, de esta manera, siete muertes. 

En vista de ello, Salvador Sánchez Cerén, el presidente del país, dispuso 7.000 soldados para apoyar a la policía en la vigilancia de las calles. A pesar de ello, su Gobierno ha recibido duras críticas por no lograr descender los índices de violencia. 

No hay acuerdo

Cabe señalar que en el 2012 las autoridades establecieron una tregua con las pandillas más importantes del país, la Mara Salvatrucha y Barrio 18. Este acuerdo hizo que la violencia disminuyera en un 40%. 

La paz duró casi tres años y los pandilleros obtuvieron varios beneficios, entre los cuales está el cambio de cárceles de máxima seguridad como Zacatecoluca, a otras prisiones más flexibles. 

Sin embargo, después de terminado el acuerdo, la tasa de asesinatos volvió a crecer. 

Actualmente el mandatario salvadoreño se niega a renovar dicho acuerdo puesto que no quiere acceder a las excesivas demandas de las pandillas. 

Es así que las medidas del Gobierno se han enfocado a combatir el crimen en general y desplegar más efectivos policiales donde hay mayor presencia de pandillas.

La violencia en el mundo

Según un informe de las Naciones Unidas emitido en el 2012, Centroamérica es una de las zonas con más violencia en todo el globo. 

En esta región está el país más peligroso del mundo: Honduras, con una tasa de 91,4 homicidios por cada 100 mil habitantes.

Sin embargo, El Salvador está muy cerca de llevarse el título. Asimismo Guatemala y Belice también están entre los lugares más violentos del mundo. 

Los desplazamientos

En la medida en que los niveles de violencia van aumentando, las personas que migran por razones económicas y de seguridad también van en incremento. 

Y parece que la historia se repite pues entre 1970 y 1990, en la época de la guerra civil, se registraron grandes olas migratorias por los frecuentes conflictos bélicos. 

En la actualidad, según Celia Medrano, ex cónsul de El Salvador en Washington, el año pasado 280 mil personas abandonaron sus hogares por la violencia y el crimen que azotaban la región:

"Estamos viendo el incremento de casos concretos, de personas y de familias completas que se ven obligadas a salir de sus viviendas porque son amenazadas por grupos vinculados con el crimen organizado, entre ellos pandillas, y últimamente de una manera más preocupante, también desplazamientos por acciones de instancias vinculadas a la Policía Nacional Civil (PNC) y a la Fuerza Armada (FAES)".

Es así que Estados Unidos, Canadá y Europa son los principales destinos de los salvadoreños que quieren huir de la terrible situación que pone en peligro sus vidas. 

Asimismo, la ex funcionaria, afirma que en lo que va del año, de cinco a siete casos de migraciones son registrados a la semana en el país centroamericano:

"El drama humano es el mismo que en la guerra pasada. No podemos hablar ahora de un conflicto interno con fuerzas irregulares confrontadas, con poderes armados, con motivaciones de alcanzar el poder por razones ideológicas o políticas, pero el drama humano es el mismo".

(Foto de cabecera: voces.org.sv)