La Organización de Estados Americanos (OEA) aplazó hoy la reunión de cancilleres de este lunes que tenía como objetivo evaluar el conflicto en la frontera colombiano-venezolana después de que el presidente Nicolás Maduro ordenara el cierre de seis puntos de la zona el pasado 19 de agosto. 

Es así que el representante de Colombia ante la OEA, el embajador Andrés González tildó a la situación como una "grave crisis humanitaria" e insistió en que el organismo "no debía guardar silencio", porque su país entero se encuentra indignado y ofendido. 

La votación

El pleno de representantes compuesto por cancilleres de los 34 países que forman parte de la Organización de Estados Americanos, no aceptó la petición colombiana que instaba a la OEA a abordar la crisis. La propuesta fue rechazada por 17 votos a favor, 5 en contra, 11 abstenciones y una ausencia (la de República Dominicana). Es de esta manera que se quedó a un voto de alcanzar la aprobación de la moción. 

Apoyaron la propuesta de Colombia diecisiete países: Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, México, Paraguay, Perú, Santa Lucía, Uruguay, Bahamas, Barbados, Canadá, Chile y la misión de Colombia.

Cinco naciones secundaron el rechazo de Venezuela para que la OEA aborde esta crisis: Ecuador, Haití, Nicaragua, Bolivia y la misión de Venezuela.

Y por último, otros once países se abstuvieron, favoreciendo así a Caracas: Granada, Panamá, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, Antigua y Barbuda, Belice, Brasil y Argentina.

La sesión duró casi cuatro horas y evidenció que el debate en la OEA sobrepasa al conflicto de manera que la discusión tiene que ver con la legitimidad de la organización para tratar este tipo de problemas políticos entre países de la región. 

Cabe señalar que Venezuela rechazó esta reunión por considerar que la OEA tiene un lamentante y frustrante historial de soluciones a conflictos complejos entre los Estados miembros.  

La disconformidad colombiana

La razón de Colombia para pedir el pronunciamiento de la OEA ante la crisis fronteriza son las constantes denuncias de las deportaciones de más de mil colombianos por parte de Venezuela. 

Con respecto a la decisión de la organización, María Ángela Holguín, canciller colombiana, se pronunció:

"Desafortunadamente el que perdió fue el continente, perdió la OEA en un debate tan importante de los derechos humanos, los derechos humanos de los migrantes, un fenómeno que no solamente ocurre en Colombia sino que es un fenómeno que ocurre en muchas partes de la región".

A pesar de ello, la ministra agregó que no consideraba la desaprobación como una derrota y que los 17 votos a favor son una clara muestra de que la mayoría de países deseaban abordar el tema.

Por su parte, Andrés Gonzáles, embajador colombiano en la OEA, dijo que todos los representantes de las países miembros se mostraron sorprendidos ante las injustas deportaciones y el maltrato hacia sus compatriotas solo por no tener sus papeles en regla o por ser colombianos:

“Allanar las viviendas, sacar a la fuerza a los habitantes, separar a las familias, no dejarles sacar sus pocos bienes y marcar las casas para luego demolerlas son procedimientos totalmente inaceptables y recuerdan episodios amargos de la humanidad que no pueden repetirse”.

Por otro lado, también afirmó conocer los delitos de contrabando y narcotráfico que aquejan a Venezuela, pero consideró que la diplomacia y las políticas conjuntas son los mejores caminos para resolver dichos problemas. 

La postura de Venezuela

Roy Chaderton, representante venezolano ante la OEA, sostuvo que la "verdadera crisis" es aquella que pasa su país por las irregularidades de los 5,5 millones de colombianos que viven en Venezuela. 

Según el embajador, entre las casas que se demolieron, se hallaron refugios de secuestradores y se demostró que los deportados compraban alimentos y bienes a precios muy bajos en el lado de Venezuela para luego venderlos y sacar un beneficios en territorio colombiano:

“El presidente Maduro ordenó el cierre de la frontera ante el asalto consuetudinario e impune cometido día tras día por irregulares colombianos dedicados a vaciar los almacenes venezolanos fronterizos para su reventa ilegal en territorio colombiano ante la vista de sus autoridades locales".

Asimismo mencionó, antes de la votación, que su gobierno no quiere abordar el problema mediante el organismo multilateral.

En sus palabras, la crisis debe ser resuelta de manera bilateral en una reunión entre los presidentes de ambos países, una oferta que ya habría realizado Maduro. 

Cabe resaltar que al presidente venezolano solo le conviene la reunión de Unasur puesto que aquí no están incluidos los países de Norteamérica, Centroamérica y El Caribe, lo que le hará más sencillo ganar las votaciones. 

Las intenciones de Maduro

Mientras que se realizaba la votación en OEA, el presidente Maduro se encontraba en Vietnam denunciando una conspiración para asesinarlo. 

Cabe resaltar que el gobierno de Venezuela ha sido acusado de usar la crisis fronteriza para distraer los ciudadanos de las elecciones parlamentarias que se realizarán el diciembre próximo. 

Y es que el estado de excepción fronterizo impedirá que no se celebre ningún evento de campaña en los siguientes dos meses. 

La derrota de Santos

La decisión de la OEA es un problema para el presidente Juan Manuel Santos pues la oposición de su gobierno ya lo había acusado de no responder con suficiente fuerza a los ataques de Maduro. 

Es así que se pronunció de una manera sutil en torno a los problemas con Venezuela:

“Colombia privilegia el diálogo y la diplomacia, ojalá de parte de Venezuela tengan esa misma actitud porque, hasta ahora, lo que hemos visto es que no tienen voluntad de diálogo ni de soluciones diplomáticas”.

Después de estas declaraciones, Santos pidió la reunión en la OEA y una de Unasur (3 de septiembre). A la fecha, solo esta última está en vigencia por los constantes bloqueos de Venezuela. 

Para el líder de la oposición colombiana, el expresidente Álvaro Uribe, del partido Centro Democrático, la decisión de la OEA es otro fracaso de Santos:

"Santos y la canciller (María Ángela Holguín) nos hablaban de su exitosa política internacional; hoy, los 'mejores amigos' de Santos nos derrotaron en la OEA. La política internacional de Colombia es un fracaso. El balance de gestión de la canciller Holguín es un desastre para Colombia".

Estos calificativos para Holguín también los hizo en referencia a cómo manejó el litigio con Nicaragua por una porción de mar en el Caribe. 

"Fracasamos en La Haya frente a Nicaragua y hoy fracasamos en la OEA frente a Venezuela".

(Foto de cabecera: elpais.cr)