Y sigue cayendo. De momento, sea cual fuere la medida que aplique el gobierno de China, su mercado bursátil no deja de retroceder. Hoy el régimen aplicó una nueva millonaria inyección de liquidez al sistema financiero: 50,000 millones de yuanes (US$23,600 millones aproximadamente). No bastó. La Bolsa de Shanghai empezó setiembre con una pérdida de 1.23%.

El efecto en sus pares asiáticos no se hizo esperar: la Bolsa de Tokio, la principal plaza de la región, cayó 3.84%, en tanto que el Hang Seng de Hong Kong perdió 2.24%.

Los mercados europeos no son la excepción, y al cierre de esta nota están en rojo: el DAX de Frankfurt cede 2.47%; el FTSE 100 de Londres, 2.17%; el Ibex 35 de Madrid, 1.99% y el CAC 40 de París, 1.92%.


No sólo la bolsa

Hoy también se informó que la actividad manufacturera de China retrocedió en agosto hasta entrar en contracción. El índice se situó en 49.7 puntos en agosto, por debajo del nivel de 50, su nivel más bajo desde agosto del 2012.