El nuevo disco de Julieta Venegas tiene pocas sorpresas. Algo Sucede es lo que es: el séptimo álbum de la cantante mexicana que, a partir de su tercer disco, dejó de concentrarse en las estructuras musicales para darle mayor dedicación a las historias que quería contar. A finales de los noventa se atrevió a publicar en Aquí una canción tan extraña como Sabiéndose de los Descalzos, que se puede tomar como ejemplo extremo de lo que fue su primer disco. Pero su popularidad y su primer Grammy llegaron por su apuesta más pop que en 2003 hizo en , el disco de la conocida canción Andar Conmigo. Esta vez mantiene como prioridad la sencillez y alegría que la caracteriza y por momentos, pocos, también agüita la Venegas más virtuosa y atrevida. 

Desde los teclados techno del inicio cumple con lo que prometió: un disco luminoso. Esperaba es un canto alegre acerca del descubrimiento de la música y cómo esta se transforma en una compañía esencial en la vida: escuchaba una música / iba flotando a mi lado / señalaba a un mundo lejano / casi lo podía tocar. En Tu Calor, que comienza de manera contundente con un estallido de todos los instrumentos, aparece cierto rezago de ese juego de rimas al borde del rapeo que contagió años atrás con Eres Para Mí. Pero esta vez queda solo como deseo. Al intento se sobrepone un canto pausado y melodioso que se hace pegajoso cuanto más se estiran las palabras en el coro.

El acordeón de Venegas toma protagonismo recién en Ese Camino, una canción con demasiadas similitudes a Los Caminos de la Vida de Los Diablitos: el nombre, el acordeón como apertura, la apelación a la idea de vida como una larga ruta por recorrer, el recuerdo de la inocencia infantil. Donde los colombianos cantaron Yo pensaba / que la vida era distinta / cuando estaba pequeñito / que las cosas eran fácil como ayer; la mexicana canta Aún me estremezco / cuando me encuentro ahí / por un momento un niña / solo quería ser feliz. Detrás, constante, una guitarra acústica marca la pulsión del tema que deja determinados momentos para que el acordeón se explaye. Sin mayores novedades, en el inicio del disco está la Julieta Venegas que sabe hacer que cantes sus canciones.

A partir de Algo Sucede, el cuarto track, se empieza a sentir la monotonía interna de la piezas más pop. Demasiados instrumentos para que sea la voz, siempre, la columna vertebral. Más allá de los coros, no hay ninguna alteración, cambio o juego en los tres minutos y medio. Si bien en Explosión deja la felicidad de lado y retrata la crisis de México, musicalmente pasa desapercibida. Lo mismo ocurre en Se Explicará y Buenas Noches, Desolación en la que declara su desprendimiento con el disco anterior, Los Momentos, que describía como más atormentado: Fue solo un momento / lejos de mi centro / pero ya regresé / La melancolía todo lo cubría / suerte / ya lo pasé. La simpleza reiterativa se hace angustiante ya en Parte Mía, donde el aumento del techno y las notas agudas de la voz en el coro se confunden con Paulina Rubio.

Hace poco, a su paso por Lima, Venegas explicó a LaMula.pe que su cambio de orientación a partir de Aquí se debió a que descubrió que le interesaba, sobre todo, las letras y por eso dejó de preocuparse tanto en la estructura musical. Algo Sucede lo demuestra.

Pero incrustadas en medio de las canciones mencionadas también hay piezas notables. Coincidentemente son las más lentas, como Dos Soledades y Porvenir. Una Respuesta es la buena cara de la sencillez. Acompañada solo del acordeón y una guitarra acústica de pocos compases, la voz de Venegas logra, a la vez, una fortaleza y una suavidad. Una fortaleza por que cada vez que canta su voz parece abarcarlo todo, a tal punto que uno se pregunta qué sería de este tema cantado por Mercedes Sosa. Y una suavidad porque esa intensidad no distorsiona la serenidad de la música. Además, se atreve a jugar con los tonos y la velocidad. En varios fragmentos de diez segundos pasa de lo agudo a lo grabe una y otra vez y, dos veces, la canción parece desacelerarse casi a hasta su descomposición. Pero cuando parece que la música y el canto han perdido la sintonía, surge nuevamente la armonía para sellar la canción más corta del disco.

El final, con Todo Está Aquí, llega con ese ambiente calmado al que se le suman, al fondo, unos violines de despedida como si tratara del final de una película de amor.

En Algo Sucede hay que prestarle atención a la voz de Julieta Venegas. Es lo obvio, ella debe ser la protagonista. Pero no parece haber una razón para hacerlo en detrimento de las composiciones musicales. Más aún cuando el mismo disco demuestra que hay fórmulas más bellas para hacerlo.

(Foto de portada: Musuk Nolte)

notas relacionadas

- Julieta Venegas: "La música puede expresar el dolor de México, pero no hallar una solución"

- Julieta Venegas - Me gustas pa' bailar

Más reseñas
- Reseña: The Chemical Brothers / Born in the Echoes y el recuerdo de los hits noventeros