Nuevamente Colombia y Venezuela están frente a frente. Nicolás Maduro, presidente del país llanero, ordenó -la madrugada del jueves último- el cierre de la frontera que comparte con el país cafetero después de un ataque de presuntos contrabandistas contra militares que dejó como saldo cuatro fallecidos (un civil y tres uniformados).

El mandatario venezolano, asimismo, justificó la medida -según detalla la agencia EFE- "a una persistente fuga de alimentos, medicinas y combustibles, productos que en un 40 % se van de contrabando a Colombia desabasteciendo a Venezuela, y también para encarar al hampa y al paramilitarismo colombiano". 

No contento con ello, el sucesor de Hugo Chávez comparó, el último jueves, a los colombianos que cruzan la frontera hacia su país con los africanos que buscan llegar a Europa. Más grave aún, en una total falta de respeto a los ciudadanos de un país vecino, declaró que los inmigrantes colombianos son "un pueblo que viene casi sin educación, sin un medio en el bolsillo, los pobres de la tierra huyendo de la violencia, de la guerra y de la miseria y buscando en la Venezuela socialista la protección de la seguridad social integral gratuita pública que tenemos".

El presidente colombiano no tardó en replicar a su homólogo. Así, hoy, Juan Manuel Santos lamentó las declaraciones de Maduro y le recordó, si caer en agresiones, la crisis económica que vive Venezuela:

"[...] cuando uno compara los indicadores económicos, el crecimiento económico entre uno y otro país, la generación de empleo, la disponibilidad de los productos básicos, la inversión, la productividad de la economía, en fin, la situación entre uno y otro lado de la frontera, lo que podría indicar es lo contrario, que habría unas migraciones hacia este lado de la frontera. [...]".

Agregó que, a contrapelo de lo indican las cifras llaneras, los datos de su gobierno indican que alrededor de 8,000 de colombianos migran a Venezuela.  Pero el gobierno de Maduro tiene otra cifra: 121,000.  

A pesar de estos intercambios verbales, ambos gobiernos -en el campo diplomático- están buscando una solución.  El propio Santos propuso anticipar la reunión entre los cancilleres de los dos países: 

"[...] le ofrezco [a Maduro] que se reúnan nuevamente las cancilleres, el miércoles deben reunirse, y mientras tanto yo voy a ver si hablo con el presidente Maduro a ver si podemos arreglar esta situación lo más rápido posible".

Cabe mencionar que la reunión entre ambas ministras de Relaciones Exteriores -María Ángela Holguín (Colombia) y Delcy Rodríguez (Venezuela)- estaba pactada, en un inicio, para el 14 de septiembre.

Los oficios diplomáticos han dado resultados y Rodríguez, a través del Twitter, informó la nueva fecha de la reunión:

"Acabo de conversar con la canciller Holguín y adelantamos la reunión binacional para el miércoles 26 de agosto".

Según la agencia EFE, este encuentro también se hizo posible  gracias a la intervención de Maduro quien, al igual que su homólogo colombiano, presionó para adelantar el encuentro.

Ahora solo queda esperar hasta la próxima semana para que ambas naciones lleguen a un acuerdo y pueda reabrirse la frontera.

[Foto de portada: EFE]

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