Son bellas, osadas y, ahora, una de las principales atracciones del Times Square, uno de lugares más emblemáticos de Nueva York y además una parada obligada de los miles de turistas que a diario caminan por las calles de la Gran Manzana.

Son venezolanas, se definen como artistas y se ganan la vida tomándose fotos (o selfies) con los transeúntes que visitan el lugar. Llevan encima apenas una pequeña tanga y unos patrióticos trazos de pintura azul, blanca y roja para cubrir sus senos.

Si tenemos en cuenta que Nueva York recibe al año más de 50 millones de turistas, nacionales e internacionales, y que el Times Square es una de sus principales atracciones, se puede inferir que se trata de un actividad rentable.

Así lo confirma Mey Ovalles, venezolana de 27 años,  quien le contó al diario New York Times que consigue unos US$300 en promedio al día, más de los que ganaba trabajando de camarera en Miami. "No hago nada malo porque a la gente le gusta", dice. "Es como cualquier otro trabajo en otro lugar", agrega.

Paola Peña, también del país llanero, tiene 25 años y cuenta que ahora son una atracción hasta de los periodistas, lo que la tiene un tanto abrumada. “Hay demasiados periodistas. Nos sentimos un poco mal por esto”, señala.

UN DOLOR DE CABEZA

Pero además de una atracción, las jóvenes se convirtieron en el principal dolor de cabeza de las autoridades de Nueva York. Como toda moneda, tiene dos caras.

Mientras Elmo, Mickey Mouse, y otros personajes que también recorren la concurrida plaza en busca de un turista con el cual fotografiarse, no están contentos con la pérdida de protagonismo (y negocio), el alcalde de Nueva York, Bill de Blassio, y el gobernador, Andrew Cuomo, tampoco lo están pero por otras razones.

"No me gusta la situación en Times Square", dijo esta semana el alcalde, al señalar que están estudiando cómo regular la actividad de las muchachas venezolanas que, técnicamente, no infringen ninguna ley. Estar desnudo de cintura para arriba no es delito en el estado de Nueva York, según una sentencia de 1992.

Por ello la alcaldía decidió crear un grupo de trabajo para estudiar cómo pueden controlar estas actividades. "Times Square debe ser acogedor para todos. El grupo de trabajo tendrá que asegurarse de que las familias de Nueva York y los visitantes pueden disfrutar de la zona sin ser acosados", dijo De Blassio.

También hay quejas de quienes consideran que al ser un espacio público tiene que mantenerse como una zona de recreación familiar y cuestionan que las chicas estén semidesnudas.

"Hemos revisado de arriba abajo y no encontramos ninguna ley que nos permita interferir con este acto de libertad de expresión reflejado en forma de arte", señaló el jefe de policía, William Bratton, en una entrevista con City &State Magazine.