¿Qué pasa en el OSCE? Un colapso en el servidor informático del Sistema Electrónico de Adquisiciones y Contrataciones del Estado (Seace) hizo que se 'hicieran humo' casi 800 mil archivos digitales que contenían expedientes de obras ejecutadas entre 2009 y 2012 por varias empresas, algunas vinculadas a casos emblemáticos de corrupción como Antalsis, Lava Jato y Coopex-Rodolfo Orellana. 

Según la Unidad de Investigación de El Comercio, este desperfecto -ocurrido durante la madrugada del 4 de noviembre de 2012- provocó la pérdida de documentos sobre bases de procesos de contratación, buenas pro, contratos, cartas fianza, absolución de consultas, entre otros, de por lo menos 1,746 entidades del Estado de un total de 3,080 por una aparente sobrecarga en el sistema de almacenamiento del OSCE.

Pese a que el riesgo del colapso fue advertido varias veces -desde mediados de 2011 hasta unas semanas antes del colapso- por el jefe de la unidad de Tecnología de la Información de la institución, Wilbert Peña, la alta dirección del OSCE no le dio prioridad a sus pedidos de gestionar la compra de más dispositivos de almacenamiento y mejorar, de esta forma, la capacidad de los servidores.

OSCE ADMITE EL PROBLEMA, PERO...
Aunque reconoció los problemas en su sistema de almacenamiento, Magali Rojas, presidenta del OSCE, señaló que se consideran “víctimas de toda una serie de sucesos”, pero que su gestión ya ha enfrentado esta situación “de una manera adecuada”. 

Cabe mencionar que meses después del colapso del Seace, el informe señala que la gestión de Rojas remitió sendos oficios a las instituciones públicas afectadas solicitándoles -en tono imperativo- que le envíen la data de los procesos que habían realizado entre 2009 y 2012.

Sin embargo, hasta el momento -según comprobó El Comercio-, no se ha podido hallar información en esta base de datos afectada del OSCE de 21 procesos ganados por empresas vinculadas a Martín Belaunde Lossio, de 13 licitaciones a compañías brasileñas relacionadas al caso Lava Jato y de 41 procesos en los que Coopex, la cooperativa de la mafia de Rodolfo Orellana, sirvió como aval.

Con información de El Comercio