A 400 kilómetros sobre la Tierra se ha logrado la primera cosecha espacial. Es una lechuga. Una lechuga que sabe a rúcula, según ha contado el astronauta Scott Kelly desde la Estación Espacial Internacional a través de un video difundido desde su cuenta de Twitter.
La NASA está trabajando para alargar la duración de las misiones en el espacio que hasta ahora, debido a la cantidad de alimento que se envía, duran máximo seis meses. Por eso el cultivo de alimentos fuera del planeta se hace indispensable para dejar atrás las comidas empaquetadas a las que se ha acostumbrado a los astronautas.
Los tripulantes, según detalla el diario El País, han podido comer solo la mitad de la lechuga debido a que la otra mitad queda para el análisis científico. Los investigadores deben ahora ahondar sobre los efectos que causa en el cultivo la menor gravedad y el entorno de la estación.
Las semillas han estado en el espacio un año y fueron plantadas, bajo una luz violeta, el 8 de julio, en arcilla enriquecida con fertilizantes y regada con agua.