Ningún suboficial de la Policía Nacional del Perú (PNP) ascenderá de rango en adelante solo en mérito al tiempo de servicios, sino que deberá aprobar una serie de exámenes, entre ellos el físico.
Así lo anunció ayer el ministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe, que dijo que con esta medida que se implementará a fin de año ya no habrá más “policías gorditos” que no puedan perseguir a los delincuentes.
En ese sentido, Pérez Guadalupe aseguró que la ciudadanía requiere, necesita y exige policías en buen estado físico para perseguir a los infractores de la ley, por lo que consideró que esta es una medida que contribuirá a ello.
Esta medida anunciada por el titular del Interior fue respaldada por el director general de la Policía Nacional, general Jorge Flores Goicochea, quien dijo que nutricionistas de la Sanidad Policial visitarán las comisarías y las unidades especializadas para evaluar si la alimentación que recibe el personal de servicio reúne los estándares nutricionales para asegurar una vida saludable, evitar el sobrepeso y permitir que desempeñen su labor en buenas condiciones físicas.
"Esperamos tener en un plazo de tres meses un primer informe sobre esta situación", indicó Flores Goicochea, quien dijo que los nutricionistas brindarán permanente asesoría a las dependencias policiales y que en caso se detecte con sobrepeso se le brindará el tratamiento adecuado en términos nutricionales y de régimen físico, a fin de que recupere el peso adecuado según su talla y edad. Refirió que el peso promedio del personal fluctúa entre 75 y 80 kilos.
Pero cabe preguntarse si esta es una medida realista, sobre todo si tenemos en cuenta la situación en que están la mayoría de policías en el Perú.
¿El ministro del Interior y el jefe de la institución sabrán que los agentes a los que quieren poner 'fit' están mal pagados, que no tienen municiones ni equipos para enfrentar la delincuencia, que cuando deben descansar están parados todo el día en puertas de entidades y negocios privados y que muchos laboran en comisarías que no tienen ni siquiera servicios básicos (un gimnasio ahí sería un sueño surrealista)?
¿Estarán al tanto de esta realidad? Confíamos en que que sí, por lo que parece que esta medida no pasa de ser un anuncio efectista, al haber otros tantos problemas más urgentes que se deben resolver en la Policía. La corrupción, por ejemplo.
Con información de Andina y El Peruano