Las protestas por los contendedores de basura que van llegando a Filipinas desde Canadá, han aumentado esta última semana puesto que, solo en los últimos dos años, este país ha recibido alrededor de 2 500 toneladas de desperdicios. 

Diversos grupos ecologistas vienen manifestando su disgusto frente a la Embajada de Canadá pues acusan al país norteamericano de usar el archipiélago como vertedero.

Al respecto, Anna Kapunan, coordinadora del Departamento de Químicos de la ONG filipina BAN Toxics, señalo: 

“Canadá tiene que responsabilizarse de su basura, esto es algo que no podemos tolerar. No se trata solo del daño físico, si no de la dignidad y el honor de Filipinas. No podemos permitir que se nos trate como si fuéramos un cubo de basura”.

En julio del 2013 el puerto de Manila se vio inundado por nada menos que 50 contenedores de basura de 25 toneladas cada uno, una cantidad nada despreciable de desperdicios. Luego, después 22 meses, en mayo del presente año, llegaron 48 contenedores más a las hermosas costas de Subic. 

Además Kapunan afirma que hay 5 contenedores más que están desaparecidos en la actualidad. 

Los motivos

Supuestamente los contenedores habrían sido importados por una empresa filipina y solo contendrían residuos plásticos para el reciclaje. 

Al llegar, nadie los reclamó y pasados algunos meses, las autoridades decidieron inspeccionarlos. No encontraron lo que esperaban. Grande fue su sorpresa al descubrir pañales de adultos, recipientes con cloro, periódicos, entre otros desperdicios. 

La falta

Según el Convenio de Basilea, firmado en 1989, y ratificado por Canadá, los países no pueden realizar movimientos froterizos de desechos peligrosos. A pesar de ello, el Gobierno canadiense no ha tomado medidas al respecto frente a las frecuentes peticiones Filipinas para la retirada de los contenedores. 

Un comunicado de la Embajada de Canadá en Manila explicó:

“Actualmente, no contamos con leyes nacionales que el Gobierno de Canadá pueda aplicar para forzar a la compañía que transportó los materiales a llevar los contenedores de vuelta a Canadá".

Asimismo el embajador Neil Reeder manifestó que no toda la basura es tóxica. Sin embargo las organizaciones filipinas afirman que sí. 

La basura

BAN Toxics dice que existe la probabilidad de que los contenedores lleven materiales muy peligrosos y exhortó a las autoridades investigar a fondo en el caso. Kapunan se mostró reticente acerca de la capacidad de Canadá de no poder controlar su propia basura:

“Canadá tiene infraestructuras lo suficientemente modernas para deshacerse de desperdicios regulares. ¿Entonces por qué han enviado esos contenedores a Filipinas? Creemos que es posible que haya algo más en esos contenedores, como desechos nucleares, por ejemplo, o armas”.

La alarma en Filipinas

Nadie en la capital se había preocupado tanto hasta que el pasado julio se desató la alarma social cuando se enterraron 26, de los 98 contenedores, en unos vertederos de la localidad de Capas en Tarlac, a unos 100 kilómetros de Manila. 

Desde ese momento aumentaron las presiones hacia el Departamento de Aduanas y al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Como respuesta, el gobierno ha anunciado la presentación de una queja formal a Canadá. 

Charles Jose, representante del Ministerio de Exteriores de Filipinas, declaró:

“Cuando recibamos los documentos necesarios, presentaremos una queja formal, aunque ya hemos enviado varios mensajes sobre el mismo asunto a la Embajada canadiense”.

Además, el Senado y Congreso del país afectado han anunciado el inicio de profundas investigaciones par identificar el grave error que cometieron las autoridades para terminar con miles de toneladas de basura en sus puertos. 

Kapunan dijo que es importante actuar desde ya pues de lo contrario otros países también empezarán a seguir el ejemplo de Canadá. Y no estaba equivocada. El departamento de Aduanas brindó información a la ONG que confirmaba que Hong Kong también habría enviado contenedores llenos de desechos.

(Foto de cabecera: no-burn.org)