“No importa si estás en Infocorp, nosotros te damos el crédito que necesitas”. Con esta clase de publicidad, las cooperativas se presentan como una opción para mejorar la situación económica de sus clientes potenciales. Sin embargo, la proliferación de estas entidades financieras al interior del país en regiones como Apurímac, que posee los indicadores más altos de pobreza y figura entre las últimas en competitividad regional, no hace más que levantar las sospechas de la comisión del delito de lavado de activos a vista y paciencia de las autoridades

Un informe del portal Poder Ciudadano señala que esta situación que se vive en Apurímac -y que ha llegado a lugares como Ayacucho o Puno- se da en un contexto difícil para la región en términos económicos porque las inversiones públicas (regionales y municipales) se encuentran paralizadas y la producción de papa –una de sus principales labores agrícolas- ya no resulta tan rentable para los agricultores, obligándolos a dejar sus cultivos y a dedicarse a otras actividades, como la extracción informal de minerales.

Esta situación ha sido aprovechada enormemente por las cooperativas, ya que en los dos últimos años, más de medio centenar de estas entidades financieras han abierto sucursales en varias provincias y distritos de Apurímac como Challhuahuacho (Cotabambas), donde se erige el proyecto minero Las Bambas; o Huaccana (Chincheros), donde la principal actividad de la población es el comercio.

Y es que los beneficios económicos de las cooperativas son hasta cierto punto inexplicables ya que pagan altos intereses y jugosas comisiones cuando se trata de depósitos a plazo fijo, además de sortear modernos vehículos y obsequiar electrodomésticos o dispositivos electrónicos, ofertas que resultan bastante atractivas para muchos de sus usuarios y sus clientes potenciales.

¿Y EL GOBIERNO?

La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) viene solicitando desde hace un tiempo al Congreso de la República, a través del proyecto de ley N°2195-2012-CR, que le otorgue facultades para supervisar a las cooperativas de ahorro y crédito.

La propuesta de la SBS es la de crear un registro nacional de estas entidades -a cargo de la propia superintendencia-, así como de un seguro de depósitos cooperativo exclusivo a fin de proteger los ahorros de los socios cooperativistas. Sin embargo, aún no han recibido respuesta del Legislativo.

Además, las entidades supervisadas por la SBS cuentan con el Fondo de Seguro de Depósitos (FSD) para sus ahorristas, es decir, que en caso de cierre de la entidad financiera, a los usuarios se les devolverá el dinero que depositaron, hasta un monto máximo de cobertura que se actualiza trimestralmente.

Sin embargo, este fondo no aplica para los depósitos de las cooperativas por lo que hay un evidente riesgo de que las personas que depositan su dinero en estas entidades financieras se queden sin nada. Y esto es precisamente lo que ya viene ocurriendo en Apurímac.

QUE NO TE TOMEN DESPREVENIDO

Pero no todo está perdido. La SBS publicó en su página web una lista de entidades financieras que cuentan con cobertura del Fondo de Seguro de Depósitos en todo el país, así como cajas municipales de ahorro y crédito.

Por su parte, la Federación Nacional de Cooperativas de Ahorro y Crédito (FENACREP) ha colgado en el mismo portal una relación de las diversas cooperativas en el territorio nacional bajo su supervisión y la de la SBS.

Así que la próxima vez que no sepa qué hacer con su dinero, visite el portal de la SBS e infórmese primero antes de resignarse a perder su dinero en estas entidades que no cuentan con el respaldo del sistema financiero formal.

Con información y foto de cabecera de Poder Ciuadano