A 85 años de la fundación del Puericultorio Pérez Araníbar, la Asociación del Voluntariado encargada de este, ha publicado Historia de un sueño, un libro en homenaje al médico arequipeño que construyó un palacio para los niños huérfanos del país.  

La primera parte dedicada a la vida de Augusto Pérez Araníbar retrotrae al lector hasta la declaración de guerra a Chile en 1879. Si bien no es hasta 1917 en que este imagina un instituto de grandes proporciones frente al mar que finalmente se inauguró a inicios de marzo de 1930, la biografía da cuenta que ese anhelo se empieza a alimentar desde sus primeros años de estudios.

Pérez Araníbar, antes que el fundador del centro para los niños huérfanos, fue un voluntario de los improvisados equipos médicos en la campaña del sur, la batalla de San Juan y de Miraflores. Luego tuvo que culminar, como fuese posible, sus estudios en medio de la ocupación chilena de Lima y, años después, enfrentar todos los vaivenes políticos de la época para sacar adelante la construcción del primer encargo que asumió: el hospital Arzobispo Loayza, una gestión que tomó más de doce años. Ya conociendo la dificultades para realizar proyectos de este tipo, Pérez Araníbar decide superar las mismas trabas para hacer realidad el puericultorio.

De manera más breve se repasa también el papel de los benefactores como Tomás Valle, Víctor Larco Herrera, Miguel Echenique e Ignacia Rodulfo que fueron indispensables para la construcción del local. En la sección dedicada especialmente al monumento arquitectónico que resultó siendo, los autores del libro son pertinentes al describir cómo era Lima entonces y cómo el acondicionamiento de la ciudad para los automóviles terminó por recortar partes importantes del proyecto como la zona de terrenos agrícolas que serviría para el sustento del mismo. De igual manera se cuenta cómo la cualidad de lobbista de Pérez Araníbar permitió llevar a cabo la construcción sin tocar los fondos de la Beneficencia Pública de Lima.

El material fotográfico en esta parte resulta revelador ya que se presenta uno de los primeros planos sobre cómo serían utilizados los 108,000 metros cuadrados y, junto con este, imágenes que muestran cómo se fue haciendo realidad y, posteriormente, como una metáfora del declive posterior de la institución, cómo la humedad empieza a carcomer partes de la estructura.

La fotografías que acompañan todo el libro son quizá uno de los valores más especiales del libro. Se trata, en su mayoría, de imágenes capturadas por la fotógrafa Elsa Estremadoyro, a las que se suma una recopilación de distintas colecciones familiares, periodísticas y de bibliotecas. La mayoría en blanco y negro, se trata de un registro de las escenas más cotidianas –un niño abrochando un pañuelo a una niña, una estudiante revisando su libro escolar en la clase, los niños descansando al parecer después de ordenar las habitaciones, un grupo de niños bailando en uno de los tantos talleres– que brinda de rostros y gestos a la investigación escrita.

La voz de los niños retratados se recoge también en diecisiete testimonios de ex alumnos entre los que figuran el compositor Augusto Polo Campos, el futbolista Alberto Gallardo, la madre de la conductora Gisela Valcárcel, el ex entrenador de la selección peruana de fútbol Miguel Company, el actor Reynaldo Arenas, hasta recientes egresados.

En sus mejores épocas, entre las décadas del treinta al sesenta, el puericultorio albergó a más de 2 mil niños. Hoy en día tiene capacidad financiera, administrativa, humana y material para solo el 11% de sus mejores momentos. En el libro se señala la necesidad de recuperar el nivel, que inició su declive en la década del setenta cuando asumió la gestión el Estado, y para ello se plantea la idea de que este se convierta en una fundación, en una asociación público-privada o que la empresas brinden aportes a través del mecanismo obras por impuestos.

Historia de un sueño es un intento por acercar la figura de Pérez Araníbar al destino que le auguró Edgardo Rabagliati a este: “La historia ya lo recogerá y sabrá esculpirlo en oro”.

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