El año pasado, mientras el gobierno se preparó durante meses para llevar a cabo en diciembre la COP20 con el propósito de buscar un acuerdo global para enfrentar el cambio climático (que no se logró, y hay que esperar a que este fin de año ello ocurra), del 8 al 11 de diciembre también tuvo lugar en Lima –sin los millones de dólares destinados al evento 'oficial'– la Cumbre de los Pueblos, a la cual asistieron comunidades nativas y campesinas que expresaron la realidad de sus territorios, la mayoría en conflictos o afectadas por las industrias extractivistas.
A ello se sumaron cientos de organizaciones civiles nacionales e internacionales (universitarios, feministas, sindicatos de trabajadores, entre otros), que alzaron su voz por las calles de la capital. Y aunque hubo algo de cobertura informativa nacional (y sí mucha internacional y en redes sociales), muchas de las demandas expresadas y entregadas en documentos a las autoridades gubernamentales no necesariamente han sido tomadas en cuenta y más bien –como ya sabemos– los conflictos medioambientales continúan.
En el contexto de las Fiestas Patrias y de un nuevo discurso presidencial, el colectivo Territorio Audiovisual acaba de estrenar el documental 'MARCHANDO, el camino de los pueblos', que grafica ese momento de movilización y de expresión popular en el país frente a la crisis ambiental y climática. Además nos recuerda el constante accionar de las fuerzas políticas en contra de las poblaciones más vulnerables, a través de un repaso por los conflictos sociales emblemáticos y recientes, como los casos de Bagua, Conga, Saweto e Islay.
"El documental presenta las propuestas del movimiento indígena, campesino y sindical, que protesta en defensa de sus territorios ancestrales, que luchan por una soberanía alimentaria y que buscan un trabajo digno. En #MARCHANDO se reafirma que la única salida para poder despertar la conciencia de las personas ante esta crisis civilizatoria es con nuestra marcha solidaria”, dicen los autores.
Es un documental –añaden– que evidencia el doble discurso de los gobernantes de estado para lucrar con los recursos naturales del Perú, sin responsabilidad ni equidad. A través de un repaso de los hechos que están marcando los conflictos sociales de nuestra época, vemos que las reiteradas agresiones por parte de los estados a los pueblos defensores de la vida, es cada vez más brutal y salvaje.