Aparte de manejar bajo los efectos del alcohol, el acto imprudente de manipular un celular mientras nos encontramos detrás del volante es otra de las principales causas detrás de las muertes en las pistas del Perú.

Contrario a lo que muchos piensan, los accesorios que sirven para contestar las llamadas –como los handsfree o los auriculares BlueTooth– también pueden ser mortales, ya que nos pueden hacer perder la concentración.

Este hecho no solo alcanza a los conductores sino también a los transeúntes. En la actualidad es muy común ver a la gente pegada a sus smartphones sin prestar la atención debida al pasa por un crucero peatonal o cruzar una calle.

De acuerdo con la consultora EMBARQ Andino, más de 3,600 personas pierden la vida al año por accidentes de tránsito, de los cuales el 80% son peatones. Y en muchos de estos casos, la imprudencia ha jugado un factor determinante.

En Estados Unidos, donde la cifra de víctimas mortales por conducir un vehículo hablando o revisando el celular crece a cada año, la campaña “It Can Wait” (“Puede esperar” en español) de la empresa de telefonía AT&T busca concientizar a la población sobre el peligro de este mal hábito.

A través de un video difundido en Internet, la compañía narra la historia de seis personas, cuyas vidas cambian drásticamente a raíz de una distracción de dos choferes por revisar sus smartphones mientras conducían.

“Ninguna publicación, vistazo, e-mail, búsqueda o mensaje valen más que una vida. Puede esperar”, se lee al final del clip que se ha viralizado en las redes sociales.

Cabe recordar que en nuestro país conducir haciendo uso de un celular, radio portátil o dispositivo similar -aparte de ser algo peligroso- es considerado como una falta grave y es sancionado con el 8% de una UIT (S/.308), según el Reglamento Nacional de Tránsito-Código de Tránsito.

Si tienes que hacer una llamada urgente, enviar un correo de último minuto o publicar un 'selfie' en tus redes sociales mientras manejas o cruzas una calle, es mejor detenerse a un lado del camino y así evitar una tragedia. Siempre.