Este martes, el presidente de la República, Ollanta Humala empezará, luego de su Mensaje a la Nación por Fiestas Patrias, su último año de gobierno y como ya es costumbre vendrán las comparaciones. ¿Lo hizo mejor que su antecesor en el cargo? ¿Hemos o no crecido como país? ¿Cuál ha sido la característica de la gestión Humala en estos últimos 4 años?   

Para responder a estas preguntas, hemos querido hacer un recuento de los últimos momentos en el cargo de los presidentes Alberto Fujimori, Alan García y Alejandro Toledo, a ver si la historia nos ayuda a mirar mejor a nuestro país y, por qué no, a elegir mejor la próxima vez a nuestro mandatario.


1. Toledo: el chorreo invisible

El año 2005, fue el año de las contradicciones para el ex presidente Alejandro Toledo. Mientras que por un lado su Gobierno tenía altísimos índices de desaprobación, por el otro las cifras económicas hablaban de un crecimiento sostenido durante los últimos cuatro años de su periodo. Así las cosas, quedaba claro que los números no eran para la población un factor determinante en la calidad de sus vidas.

En ese escenario, Toledo necesitaba explicar en su Mensaje a la Nación el beneficio práctico y cotidiano de ese crecimiento. Por ello recurrió a la figura del "chorreo" y a un estudio de la Universidad del Pacífico sobre el impacto macroeconómico en los bolsillos del ciudadano común.

“Quiero compartir con ustedes algunas buenas noticias. Lo digo con firmeza y con claridad. Hoy vengo a decir que el chorreo ya es una realidad, ya comienza a llegar a los bolsillos de la gente”, dijo en ese entonces.

Además, el expresidente destacó que durante 47 meses consecutivos el crecimiento económico se sostuvo a un nivel de 5 por ciento anual y que por ello la pobreza extrema había disminuido en un 3 por ciento.

Las críticas no se hicieron esperar. El ex presidente de Foncodes, Alejandro Narváez, señaló que a lo mucho podría haber disminuido la pobreza solo en 1 por ciento. "Parece que existe una manipulación de los números. No sé de dónde ha sacado el Presidente estas cifras porque las estadísticas del 2002 indican otra cosa", dijo aquella vez para el diario La República y además pidió se hiciera público el informe de la Universidad del Pacífico.

Por su parte, el economista Julio Gamero Requena indicó que el país en ese entonces todavía estaba muy lejos de alcanzar el objetivo de “Desarrollo del Milenio”, planteado por las Naciones Unidas que busca reducir entre 10% y 12% la pobreza extrema antes del año 2015. En otras palabras, se trataban de cifras para maquillar la gestión.

Otro punto que fue cuestionado en su mensaje fue el referido a la lucha anticorrupción. Si bien Toledo atendió las demandas del Poder Judicial al anunciar la implementación de dos nuevos juzgados y tres nuevas salas anticorrupción, el ex presidente se olvidó del Ministerio Público. Y es que días antes del discurso, la Fiscal de la Nación Nelly Calderón pidió al Gobierno que se otorgue al Ministerio Público 35 millones de dólares para el pago de sueldos atrasados. Por su parte, el procurador anticorrupción Antonio Maldonado solicitó 600 mil dólares para cubrir los gastos de la Procuraduría durante ese año. Lo cierto es que ninguno fue escuchado.

En el tema de la educación, el ex presidente señaló que esta había mejorado su calidad, aunque no dio argumentos sólidos para apoyar esta tesis; y en el tema de la seguridad ciudadana anunció su intención de combatir la delincuencia aunque, como podemos ver actualmente, no llegó a dar buenos resultados.

2. Alan García: los conflictos invisibilizados

En el año 2010, Alan García había dado a luz a uno de sus pensamientos más polémicos en materia política: El Síndrome del Perro del Hortelano. Se trataba de un artículo que publicó en el diario El Comercio en el que decía que las comunidades nativas del Perú se oponían al desarrollo al mantener improductivas sus tierras.

Aquel mensaje fue la sombra que lo siguió después durante los hechos ocurridos en el Baguazo, un conflicto social que cobró la vida de 33 personas (23 policías y 10 civiles) y originó la desaparición del mayor PNP Felipe Bazán. El conflicto social se dio a raíz de la aprobación de 10 decretos legislativos que afectaban directamente a las comunidades indígenas de la Amazonía.

Pero aún hay más. Un día antes del 28 de julio, el diario Perú21 hizo un recuento de todas las promesas incumplidas de García, la mayoría de ellas en materia de reforma del Estado y educación.

Es en ese contexto que el ex presidente Alan García emitió su último Mensaje a la Nación en el Congreso de la República el año 2010. Un discurso en el que en vez de ofrecer algunas propuestas se dedicó a hacer un balance de su gestión.

García anunció en su mensaje la renegociación de los contratos referidos al Gas de Camisea, en particular, sobre las regalías. En ese sentido, agregó que el gas del Lote 88 y el Lote 58, se dedicaría al consumo de Quillabamba, Cusco, Arequipa, Puno, Juliaca y Moquegua.

En materia anticorrupción si bien hizo una mención sobre los casos Petroaudios y Cofopri, ocurridos durante su gestión, no dijo nada sobre implementar medidas concretas en ese sentido, ni habló del Plan Nacional Anticorrupción aprobado en la gestión de su primer ministro, Yehude Simon.

Lo mismo ocurrió con el tema de la seguridad. Ninguna medida importante sobre la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, aunque anunció un aumento de sueldos para las FFAA y la Policía en el presupuesto del 2011.

En materia de derechos humanos dijo: "El Perú no entregará ni un centavo a los terroristas por más sentencias internacionales que tengan a su favor de parte de la justicia supranacional".

Otro tema tocado por García fueron los supuestos logros de los proyectos que dotaron supuestamente de agua a varios peruanos. Sin embargo, habrìa que recordar que muchos de esos proyectos presentan series deficiencias en la actualidad, sobre todo en el norte del país e incluso motivaron una investigación en el Congreso.

Finalmente, como más o menos se esperaba, no anunció nada sustantivo sobre el tema del Derecho a la Consulta Previa de las comunidades indígenas y nativas; y tampoco se refirió a la reconstrucción de Pisco.

3. Alberto Fujimori: la inevitable caída del régimen

En julio del año 2000, el ex mandatario y ahora condenado por crímenes de lesa humanidad, Alberto Fujimori emitió su último Mensaje a la Nación como presidente del Perú en el Congreso de la República luego de haber ganado ilegalmente las elecciones generales por tercera vez. Su mensaje se dio en medio de un proceso electoral ilegítimo y en el marco de un descontento popular generalizado.

Aquella vez, mientras el ex mandatario daba su discurso en el Congreso, la oposición abandonaba el hemiciclo y en los alrededores del lugar se desarrollaba la Marcha de los Cuatro Suyos, una multitudinaria protesta en contra del régimen fujimorista que agrupó a todas las fuerzas políticas del país.

Pero meses después ocurriría el detonante. El partido político Frente Independiente Moralizador propaló un video en el que se observaba al asesor presidencial Vladimiro Montesinos sobornando a un congresista. Esto marcaría el verdadero fin de la dictadura. 

Tres días después, Fujimori salió en cadena nacional para anunciar nuevas elecciones presidenciales en las que no participaría. Podríamos considerar que este fue en realidad su último mensaje a la Nación, un mensaje producto de un video que dejaba al descubierto la corrupción que se había enquistado en su régimen. Un mensaje a la Nación que fue el prólogo de su fuga al Japón para evitar ser investigado por la justicia peruana. En suma, un mensaje de la vergüenza

Ahora que ya sabes cómo terminaron estos tres mandatarios su tiempo en el poder ya puedes ver el último mensaje presidencial con mucho más elementos de juicio.

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