¿Cómo demuestras el amor a tu familia, a tu comunidad, a tu país? Esta pregunta tiene muchas respuestas pero ninguna es tan dura como la dada por Gulán -una mujer de 18 años- a los realizadores del documental Mujeres Kurdas: En Guerra contra el ISIS:
"Mi padre me quiere, ¿no es cierto? ¿Cómo puedo demostrarle mi amor? Iré a combatir al enemigo para que él esté a salvo y se sienta orgulloso de mí"
El grupo terrorista ISIS viene sembrando el terror en Irak y Siria. Varias ciudades han caído bajo sus dominios. Este sojuzgamiento solo significa asesinatos o destrucción de infraestructura, también implica el adoctrinamiento de menores y la esclavitud de sus mujeres.
La nación kurda, cuyos miembros están dispersados en Turquía, Siria e Irak, han sido víctimas de la insania del también autodenominado Estado Islámico. Cansados de esta injusticia, este pueblo decidió defenderse con las armas y formar las Unidades kurdas de Protección Popular (YPG). Y desde hace tres años tienen una sección femenina (YPJ) que ha suscitado la sorpresa del mundo occidental, acostumbrado a ver el Medio Oriente como un espacio profundamente machista.
Dentro del pensamiento de este pueblo asiático, las mujeres son, prácticamente, una propiedad de los varones. Unirse a la filas de YPJ no solo es una lucha por la paz, también es una revolución feminista. Así lo entiende Gulán:
"Nos hemos criado en una sociedad que obliga a la mujer a dedicarse únicamente a las tareas de la casa y en la que los hombres consideran a las mujeres como su propiedad, como un adorno, y no les permiten salir de casa. Para una mujer casarse es como caer prisionera. Considerando la mentalidad de nuestra sociedad, no se puede ni contemplar la posibilidad de que las mujeres casadas formen parte de las Unidades de Protección Femeninas. Queremos crear una nueva sociedad".
Las mujeres -todas ellas solteras- que deciden tomar las armas reciben un arduo entrenamiento durante un mes, antes de ir a diferentes frentes de batalla, como la ciudad siria de Serekaniye (Ras Al-Ayn), colindante con ISIS.
Además del buen manejo de pistolas y Kalashnikovs, las combatientes kurdas tienen otra ventaja: los militantes de ISIS creen que si una mujer los abate, no podrán ingresar al paraíso y arderán en el infierno. Así es. Una bala disparada por estas mujeres pueden significar la condena eterna. El miedo cunde en las filas del grupo terrorista.
UN PUEBLO CON HISTORIA
Los kurdos -dueños de una cultura milenaria- son considerados descendientes de los medos. Y desde siempre han tenido que luchar por su libertad e independencia. En esa tarea, las mujeres no han estado ausentes. Margaret George Shello, por ejemplo, se convirtió en guerrillera para luchar contra los gobiernos iraquíes en la década del Sesenta.
En la actualidad, las filas del YPJ no son las únicas con presencia femenina. Las milicias kurdas iraquíes y turcas (PPK) también tienen guerrilleras. Todas con un solo objetivo: destruir ISIS.
Una de las combatientes kurdas más famosas fue la cantante Viyan Peyman. Ella murió asesinada, a manos de Estado Islámico, en abril pasado.