La relación entre el cambio climático y la salud de las personas es más compleja de lo que a menudo creemos.
Por un lado informes elaborados por el gobierno norteamericano señalan que el cambio climático empeorará enfermedades como el asma, aumentará las muertes relacionadas al calor así como el número de insectos portadores de enfermedades. Pero por otro, si bien los científicos no niegan esos pronósticos, los consideran solo una parte de un problema más complejo que está influyendo en la salud de la humanidad.
Como prueba de la complejidad del fenómeno señalan, por ejemplo, según The New York Times, que el comercio mundial sería una de las principales causas de que el virus de chikunguya llegara hasta Florida o que si bien las temperaturas están aumentando también lo ha hecho el tratamiento de dichos problemas.
"Hay una gran cantidad de pruebas que demuestran que el clima extremo puede lastimar a la gente, pero lo que no sabemos es si esos efectos son cada vez peor", dijo Patrick L. Kinney, director del Programa de Clima y Salud de la Universidad de Columbia, quien agregó que los científicos no tienen la información de largo plazo necesaria para determinar cómo el cambio climático está afectando a la salud. Otros investigadores respaldan también esa postura.
Pero otros datos sí hacen determinante el aumento de la temperatura respecto a algunas enfermedades. Lo ha sido, por ejemplo, en la expansión del mosquito tigre asiático, portador del dengue y la fiebre amarilla, en algunas zonas de Estados Unidos. Pero tampoco se puede decir que sea la única causa. Igual sucede con el aumento en Canadá de las garrapatas que transmiten la enfermedad de Lyme -una infección crónica con daños neurológicos y articulares-.
El aumento de calor en Pakistán que ha ocasionado centenares de muertos, también señalan los científicos, es prueba que la temperatura aumenta, pero no de que esta haya sido crucial en esos casos debido a que otros estudios demuestran que la población se vuelve más resistente al calor con el tiempo.
La información necesaria aún es escasa pero cada vez cobra mayor importancia. Prueba de ello es que la primera Evaluación Nacional del Clima de Estados Unidos dedicó solo 21 páginas a la salud, mientras que su versión más reciente suma más de 400. Eso solo es prueba que aún faltan muchas investigaciones para determinar las relaciones causa-efecto entre el cambio climático en la salud.