Desde el sábado 11 de julio, el exnuncio de República Dominicana, Jozef Wesolowski, de nacionalidad polaca, afrontará un proceso judicial nunca antes visto. Se trata de el primer juicio por pederastia en un tribunal del estado de la Ciudad del Vaticano. 

Wesolowski es acusado de abusar sexualmente de menores durante los cinco años en los que desempeñó la función de nuncio en República Dominicana. Además también se le atribuye la posesión de material pornográfico de menores. 

Procesos anteriores

Sin embargo, esta no es la primera vez que el polaco es procesado por estas faltas. Ya fue juzgado según el derecho canónico y fue condenado a la pena máxima otorgada a un religioso de su envergadura: fue expulsado del sacerdocio, no puede celebrar misa públicamente, no puede usar el traje clerical ni administrar los sacramentos.

Asimismo, el 23 de setiembre del 2014, Federico Lombardi, el director de la oficina de prensa del Vaticano informó que por la gravedad de sus cargos, el Tribunal de Primera Instancia de la Santa Sede lo sancionó con medidas restrictivas. En pocas palabras le impusieron arresto domiciliario. 

Juicio extraordinario

En la actualidad, luego de una investigación penal, tendrá que pasar por este juicio calificado de extraordinario. En palabras de Jorge Otaduy, un experto en derecho canónico de la Universidad de Navarra, se trata de un "hecho sin precedentes". Este calificativo tiene lugar pues normalmente este tipo de casos son juzgados por el derecho canónico, como ocurrió con Wesolowski en un primer momento. 

Sin embargo, en esta oportunidad, el exnuncio será procesado de acuerdo a la jurisdicción del estado de la Ciudad del Vaticano, lo cual se considera mucho más cercano a una corte convencional. Claro, hay que tener en cuenta que tiene las características propias de un microestado. Al respecto Otaduy señala:

"Los tribunales del estado de la Ciudad del Vaticano son análogos a los de cualquier estado [...] Tienen todos los elementos para asegurar la independencia judicial y sus miembros son juristas de reconocido prestigio, la mayoría laicos".

Es así que las sentencias no se restringen a la excomunión, sino que se le puede condenar con hasta 12 años de prisión y multas de hasta 275 900 dólares por los casos de violaciones. En proceso sobre posesión de material pornográfico, podría purgar una pena de hasta 2 años y multas de hasta 110 382 dólares. 

La censura del juicio

A pesar de que el proceso es calificado de excepcional, muchos se muestran en contra de él. Por ejemplo, la National Secular Society (NSS), organización británica que lucha por que la Iglesia y el estado se separen, afirmó que se trata de un intento de la iglesia para eludir a la justicia y continuar procesando a sus cargos más altos dentro de sus instancias. 

Es por esto que la Iglesia anunció que, en aras de garantizar la imparcialidad del juicio, se analizarán exhaustivamente todas las pruebas y testimonios recogidos en Santo Domingo. 

A pesar de ello, el representante de la organización, Porteous Wood, afirmó que El Vaticano no tiene un sistema de justicia experimentado y que la objetividad se podrá en duda pues el estado es la misma Iglesia. Además señala que es imposible que todos los testigos, un fiscal de República Dominicana y un representante legal de las víctimas se trasladen hasta la Santa Sede.

Es así que lo más lógico sería que lo extraditen. Ya en Polonia se ha solicitado dicha acción, sin embargo puede que Wesolowski haya renunciado a su pasaporte, lo cual impediría que se realice la extradición. Para la NSS y otras organizaciones similares, el polaco es un prófugo de la justicia. 

Las medidas del Papa

La Iglesia, recientemente ha incluido el delito de "abuso de oficio episcopal" en el derecho canónico. Este se refiere al comportamiento de los obispos que no hayan dado el debido seguimiento a las denuncias por abusos sexuales. Es así que no solo se juzga a los que cometen los delitos, sino también a los que los encubren.

 A pesar de ello, al parecer vamos a tener que conformarnos, por el momento, con que este tipo de crímenes sean juzgados en los tribunales de la Santa Sede.

(Foto de cabecera: huffingtonpost)