El informe 'El costo económico de la no ejecución de los proyectos mineros por conflictos sociales y/o trabas burocráticas' elaborado por el Instituto Peruano de Economía (IPE), por encargo de la Confiep, la Sociedad Nacional de Industrias y la Cámara de Comercio de Lima, identifica 15 proyectos mineros cuyas ejecuciones se habrían retrasado debido a "razones externas a las empresas". Es decir, como consecuencia de los conflictos sociales o la tramitología ('exceso' de control de parte del gobierno) que hay en torno a estas inversiones.

El estudio emplea información existente en la Defensoría del Pueblo, y datos del Ministerio de Energía y Minas y de las propias empresas mineras. La pregunta es obvia, pero en los medios que han promovido el documento se ha hecho poco: de los 15 proyectos que menciona el informe (ver tabla), ¿todos efectivamente se han paralizado por esos dos motivos?

Pues pareciera que no necesariamente.

A continuación cuatro proyectos que aún no inician sus operaciones pero por motivos ajenos a los que señala el informe.

La Bambas (Apurímac- MMG)

El proyecto cuprífero estrella en el que el gobierno peruano ha puesto sus esperanzas para reactivar la economía y generar puestos de trabajo empezará operaciones en enero del 2016, luego de ser postergado dos veces., por decisión corporativa de us propietarios. Como se recuerda, el año pasado fue adquirido por la china MMG, que en diciembre del año pasado anunció una segunda postergación. La empresa realizó cinco mesas de diálogo con las comunidades de Challhuahuacho. Hasta el momento se han cerrado cuatro, pero aún así el acuerdo mutuo es empezar el siguiente año. 

Quellaveco (Moquegua, AngloAmerican)

Este proyecto cuprífero logró el visto bueno de las autoridades locales en el 2012, luego de conflictos con las comunidades. Sin embargo, la empresa ha preferido optar por llevar adelante proyectos más rentables en el corto plazo, debido a su reestructuracion financiera, y se estima que iniciaría operaciones en el 2019. Aquí hay que indicar que Southern ofreció ser socio, lo que se decidir este año.

Corani (Puno, Bear Creek)

El proyecto aurífero recibió luz verde de parte del Ministerio de Energía y Minas en el 2013, cuando se aprobó su estudio de impacto ambiental (EIA) para que explote este mineral además de plomo y zinc. Actualmente está en proceso de permisos (ingeniería de detalle y optimización del proyecto), y la misma empresa considera que todo está a buen ritmo. Las relaciones con la comunidad son positivas.

Shahuindo (Cajamarca, Rio Alto Mining)

Este proyecto aurífero empezará operaciones a inicios del 2016. Si bien había programado iniciar producción este año, la empresa decidió dedicar algunos meses a evaluar puntos clave del proyecto y actualmente está en fase de preconstrucción. Además, su objetivo es generar sinergias con su mina La Arena (La Libertad) e intentar una ampliación en Shahuindo luego de su puesta en marcha.


El periodista de investigación Raúl Wiener resalta que mencionar que hay 15 proyectos paralizados por conflictos sociales y tramitología es arbitrario. ¿Alguien ha visto movilizaciones contra Quellaveco o Las Bambas?