La madrugada del domingo 28 de junio, el bloguero independiente Alessandro Caviglia publicó en su blog en LaMula.pe el artículo ¿Medios democráticos?, en el cual recogía una inquietud del economista y profesor de la Universidad del Pacífico Germán Alarco. El diario Perú21 le había pedido a Alarco, días antes, una columna de opinión sobre un informe de la situación actual de los proyectos mineros elaborado por el Instituto Peruano de Economía y encargado por la Confiep, la Cámara de Comercio de Lima y la Sociedad Nacional de Industrias.
El bloguero –quien se basó en dos correos electrónicos proporcionados por el economista– afirmó que el director del periódico, perteneciente al Grupo El Comercio, trató de manipular a Alarco y que ante la negativa de éste a reelaborar su texto original, la opinión no sería publicada. Caviglia denunciaba este hecho como un atentado contra la libertad de expresión y la democracia. Esto, luego de que el profesor no recibiera comunicación alguna de parte del diario confirmando o negando la publicación de su columna.
El estudio El costo económico de la no ejecución de los proyectos mineros por conflictos sociales y/o trabas burocráticas trata de la cartera de proyectos mineros y su actual situación. Dice que el 36% está en proceso de salir, el 22% ya se ejecutó, el 8% no salió por factores internos (decisiones empresariales) y el 32% no se ejecuta debido a factores externos como los conflictos sociales y la tramitología. “Durante el último año y medio hemos publicado varios informes, y éste es uno de ellos, y nos pareció muy interesante. Con la editora de Economía decidimos hacer en un suplemento toda la parte de data, toda la parte dura, y un análisis del informe. Acordamos pedir la opinión de dos analistas: Juan Mendoza, a favor de la minería en general, y Germán Alarco, en contra de la minería en general”, cuenta a LaMula.pe Juan José Garrido, director de Perú21. En el informe participaron Roque Benavides, Rodrigo Prialé, Kurt Burneo, Carlos Arredondo y Raúl Jacobs.
“Jimena Hernández, de Perú21, me pidió una nota de 1,800 caracteres con espacio sobre las razones por las cuales se retrasa la inversión privada en el Perú. El documento base a comentar era del IPE, en el que se planteaba que los problemas se deben a la tramitología y a los conflictos sociales. Se me informó que la columna saldría publicada el lunes 29 de junio y la envié el jueves 25 de junio”, dice por su parte Germán Alarco en comunicación con LaMula.pe.
El 24 de junio se maqueteó por primera vez el especial, dicen en el diario, cuatro días antes de la fecha programada de publicación, tiempo usual en los medios impresos para preparar el diseño de un informe especial.
“El viernes 26, en la tarde, la editora me alcanza los impresos de los originales enviados por Juan y Germán, y me pide que me fije en el de Germán. Lo veo y me doy cuenta de que no es lo que le hemos pedido. El estudio es justamente sobre lo que él niega, lo que interesaba era hablar del estudio. Lo que está diciendo es 'mira todo el estudio que han hecho es sobre la demora de factores externos pero yo he decidido opinar en base a lo que yo considero son las demoras por factores internos. Hay columnas de opinión de dos tipos. Uno tiene una columna de opinión en Gestión, en La Mula o en cualquier otro medio y allí escribe lo que quiera, nadie puede tocar esa columna. Pero cuando a uno lo invitan a hablar sobre un tema es para que escriba sobre lo solicitado. Alarco pudo haber dicho que el estudio es inválido por una cuestión metodológica o porque se basa en información del Ministerio de Energía y Minas; pudo haber descalificado el estudio de la manera que él hubiera querido y nosotros no hubiéramos dicho ni pío”, señala Garrido.
El director del diario esperaba que los dos columnistas invitados comentaran –a favor y en contra– el estudio a partir de este punto: los proyectos que no han salido por conflictos sociales y/o trabas burocráticas. “Al darme cuenta del texto de Germán, le pido a la editora que le diga si, por favor, podía revisar el estudio y ajustar su columna a lo que se le ha pedido. Luego de ello me desentiendo del tema.
Fue entonces que una redactora, a pedido de la editora, le mandó el desafortunado correo a Alarco, que Caviglia hizo de conocimiento público en su post. A la hora ella me dice que 'Germán dice que no, que iría contra su libertad de expresión, y que se publique lo que él ha enviado'. Le dije que se publicara tal cual. Y terminamos la conversación”, añade.
“En lo que sí puedo dar razón a los que nos quieran criticar es a la carta que le envía la redactora, pues no utiliza las palabras más adecuadas. Yo no leí este correo, si lo hubiera leído hubiera aprovechado para decirle que refrasee eso porque se da a entender mal ('que por favor reenfoques tu columna en que estos proyectos fueron paralizados ajenas a las empresas'). Lo que ella quiso decir era que estábamos pidiéndole que reenfoque su texto hacia los proyectos que no habían salido por problemas ajenos a las empresas”, explica.
A su vez, Alarco cuenta el episodio de la siguiente manera: “El viernes 26 de junio, en la tarde, Jimena me envió un pedido de Juan José de que cambie mi columna y yo les di mi respuesta negativa. En mi opinión, la tramitología es una mera excusa de los 'poderes económicos y mediáticos' para retrasar sus decisiones de inversión. El retraso responde más a decisiones de las propias empresas. Luego de ello no supe qué iba a ocurrir con mi texto. Ya no hubo comunicación alguna ni de ellos hacia mí, ni mía hacia ellos”.
Ante la falta de comunicación, esa noche el economista difundió en una red de economistas su texto y los correos intercambiados. Ese mismo día en Perú.21 habían decidido publicar el especial el domingo 28 porque el lunes 29 era feriado. “Nuestro cálculo era que el lunes nadie lo iba leer, y además jugaba Perú”, apunta Garrido.
Así, a las 10 de la noche del sábado 27 el especial entró a imprenta, incluida la columna de Alarco, tal cual, salvo “una coma, un artículo para que se lea mejor, un acento y un punto y coma”, subraya el director. Poco más de dos horas después, iniciando el 28 de junio, es que Caviglia postea en LaMula.pe.
Para Alarco, fue este post el que causó la reacción de Perú21. “Mi hipótesis es que no iban a publicar mi columna, pero se dieron cuenta o alguien les informó de mi envío a redes y adelantaron la publicación para evitar acusaciones. Se ratifica el poder de las redes”, dice en el correo electrónico que nos envió. “Si iban a publicarme debieron enviarme un mensaje el mismo viernes en la tarde-noche para decirme que a pesar de las diferencias lo iban a publicar. ¿Qué les costaba decirle a Jimena que me vuelva a escribir otro correo?”, añade. Algo, hay que anotar, que el propio defensor del lector de Perú21, Carlos Basombrío, destaca como una de las "metidas de pata" en este caso en su columna de hoy.
Garrido rechaza lo afirmado por el bloguero. “El señor Caviglia sostiene que el texto de Alarco no sería publicado [al momento del post, Caviglia no sabía que –según dice Garrido– la columna estaba en imprenta] porque no defendía las ideas que beneficiaban a los socios del diario. Quisiera entender quiénes son los socios del diario en este problema, porque hasta donde tengo entendido acá no hay acciones de Yanacocha ni de Volcan ni de nada. Nos acusa de algo que no ha ocurrido. El señor Caviglia nunca llamó a Perú21 para preguntar qué había pasado. Pudo haber venido a preguntar, a decirme 'sabes, no te creo, quiero hablar con tu editora de economía, con tu redactora, quiero revisar tu software, ver desde cuándo maqueteaste'”, explica.
También niega que el diario haya publicado la columna sólo por la presión de lo que se decía en las redes. “Lo que se ha dicho es que yo quiero manipular lo que mis lectores leen. Pero no es cierto, y muestra de ello es que acudimos a una persona que va en contra de lo que supuestamente son los intereses que yo defiendo", dice. "Mi trabajo no es defender o no a la minería, este es un estudio que cuantifica el costo en términos de PBI para el Perú por no haber sacado adelante proyectos mineros, pudieron haber sido proyectos agrícolas, ganaderos, textiles, tecnológicos, lo que sea, pero ese es el estudio, entonces ese estudio no es lo que está reflejado en la columna de Germán. Y aunque no era lo que quería decir a mis lectores igual lo publicamos, y como ya dije, la decisión de adelantar la fecha fue tomada el mismo viernes 26”. Garrido finaliza diciendo que los columnistas que trabajan en Perú21 nunca han recibido una llamada ni un correo de su parte.
Según los seguimientos que este medio ha hecho, el bloguero Caviglia no ha mentido, pues cuando posteó la columna de Alarco en efecto no había sido publicada, ni se le había informado a su autor que se publicaría. Por otro lado, las fechas de publicación indican que Perú21 en efecto ya había pauteado el especial, incluyendo el texto de Alarco sin los cambios solicitados, pero falló en no confirmar esto con el economista. Hoy el propio Garrido lo cuenta en su editorial.
Estimado lector, saque sus conclusiones, y de paso lea el informe de la discordia.