Esta Mula siempre ha tenido una voz crítica sobre la denominada Marca Perú.

 Sin embargo, la ausencia de nuestro país en la Expo Milán 2015, una de las vitrinas gastronómicas más importantes del mundo, sin duda, es un grave error del Gobierno pero además evidencia una pésima gestión por parte de los funcionarios del Estado.

Recientemente la ex ministra de Relaciones Exteriores Eda Rivas ha negado que la Cancillería tenga responsabilidad en el asunto, incluso ha dicho que durante su gestión se trabajó durante dos años para el evento y se separó un stand. 

¿Qué pasó entonces? Según la ex ministra, que el Ministerio de Economía, encabezado en ese entonces por Miguel Castilla, le dijo, términos más, términos menos, que no había plata.

“Yo no decidí que no se participara, al contrario, nosotros hemos llevado (esto) hasta las finales, ha sido en 2014 que, al no contar con los recursos para pagar (…) tuvimos simplemente que declinar porque sin dinero no se puede llevar adelante estos temas”, dijo Rivas para Perú21.

 A través de un editorial, La República dio cuenta que para asistir al evento se necesitaba construir un pabellón de 440 metros cuadrados a un costo de 4 millones de dólares que junto a otros gastos sumaban 13 millones. ¿Era muy caro para destinar este dinero?

Augusto Álvarez Rodrich explica este punto en su columna para La República:

Todo gobierno tiene, como cualquier empresa privada, la obligación de cuidar con rigor el uso de los recursos en el contexto permanente de objetivos ilimitados a ser satisfechos con recursos escasos, pero US$ 13 millones parece una inversión razonable para todo lo que el Perú se está jugando a través de su presencia creciente en el mercado mundial de la gastronomía.

Lo cierto es que todo este tema se ha hecho notar más aún ya que nuestro vecino país de Chile sí asistió al festival y ha promocionado como suyos productos como el pisco y la quinua. Y sí, ya sabemos cómo aflora nuestra peruanidad cada vez que los chilenos chocan con nuestra gastronomía.


fuente: @FRospigliosi en twitter


fuente:  @frospigliosi en twitter


¿Se imaginan si hubiéramos asistido toda la variedad de productos que podíamos haber presentado? Por ejemplo hubiéramos presentado el pisco sour. 


fuente: @chileexpomilan


Pero más allá de ello, a estas alturas usted se preguntará: ¿qué tan importante para el Perú era realmente asistir? ¿No se trata acaso solo de una reunión de chef que hacen gala de sus restaurantes cinco estrellas? ¿En qué nos beneficiamos todos?

Rodrich también reflexiona sobre este aspecto:

Es evidente que en un caso como este no se están defendiendo los intereses de cocineros peruanos, lo cual es un asunto de responsabilidad privada, sino que se dirige a un objetivo absolutamente público como la construcción de la marca Perú en el campo de la gastronomía, un hecho estrechamente vinculado a la cultura, la historia y el turismo, entre muchos otros campos, incluyendo, por supuesto, la potenciación de la economía nacional debido a las obvias consecuencias que genera la consolidación del posicionamiento mundial de la gastronomía peruana. Todo lo cual tiene que ver directamente con la distribución de roles entre el Estado y la actividad privada para el desarrollo mundial de la gastronomía peruana.


Sí, es evidente que fue un error no asistir. Lo ha reconocido el propio ministro Pedro Cateriano y claro está nuestro chef favorito Gastón Acurio en su columna para Perú21:

"Fue en aquel momento que se me comentó de la sorpresa por la ausencia del Perú ante lo cual inmediatamente escribí a Promperu para saber los motivos de dicha decisión. La respuesta, en las cuatro distintas oportunidades que escribí fue clara y directa. Este tema ha sido de absoluta responsabilidad de la cancillería", escribió hace unos días.

A ver si la próxima vez el Gobierno se toma un poco más en serio la promoción de nuestro país y pone atención sobre los verdaderos lugares en los que debemos estar representado.

Está claro que no basta solo con ir a Perú Nebraska.