Ovidio González Correa es un hombre de 79 años que fue diagnosticado, desde el 2010, con un raro tipo de cáncer de boca que, poco a poco, le ha ido carcomiendo el rostro hasta dejarlo desfigurado. El sencillo hombre siguió el tratamiento médico que incluía quimioterapias y radioterapias y, conjuntamente con el soporte de su familia, logró librarse de este terrible mal por cinco años. Sin embargo, el cáncer volvió a inicios del 2015 y en el mes de abril tomó la decisión de dejar de sufrir apelando a su derecho de elegir la muerte. 

Es así que le pidió a su oncólogo que descontinuara sus sesiones de quimioterapia, el tumor que tenía ya le había quitado la parte izquierda de la cara, desde el hueso hasta la superficie. El dolor era terrible y no paraba nunca. Y lo peor, según afirma su familia, era no poder comer ni hablar pues eso le representaba un sufrimiento más agudo. En este corto tiempo perdió casi 40 kilos. 

Al encontrarse en esta inhumana e insoportable situación, habló con el mayor de sus hijos, Julio César González, un reconocido caricaturista colombiano conocido popularmente como "Matador", y le dijo: “Quiero la eutanasia, yo sé para donde voy y no quiero ser un guiñapo en una cama”.

Lo primero que se le ocurrió fue buscar a un médico que ya había asistido a varias personas en el camino hacia la muerte; sin embargo, este le insistió en que buscara las vías oficiales. Cabe resaltar que la eutanasia es legal en Colombia desde el 20 de abril de este año cuando se reglamentó una norma establecida en 1997. Es así que el 4 de junio pidieron a la clínica de Oncólogos de Occidente que le autorizasen la muerte digna. Los médicos que revisaron su caso vieron que cumplía con todos los requisitos que exigía la ley: que él mismo solicitara dicho derecho, que se encontrara en condiciones mentales óptimas y que sufriera de un cáncer terminal. 

La fecha se fijó para el viernes 26 de junio a las 2:30 de la tarde. Ovidio se despidió de su familia y amigos y se preparó para enfrentar su triste final feliz. Ya en la clínica, 15 minutos antes de la hora establecida, uno de sus hijos recibió una llamada de Juan Paulo Cardona, miembro del comité del mismo recinto, y le dijo que la eutanasia había sido cancelada. ¿La razón? Al parecer Ovidio era un paciente muy funcional según el veredicto de una de las cuatro personas que conformaban el comité de la clínica. La devastación y el dolor inundaron a Ovidio que ya estaba preparado para enfrentar a la muerte. “Debo ser la única persona que le cae mal a la muerte”, dijo al enterarse de la situación.

Fue una semana terrible para el hombre y su familia que se reafirmaban en hacer cumplir la ley. Finalmente, ayer jueves 2 de julio, recibieron la noticia tan esperada. La junta que había parado su proceso unos días antes, junto con la Asociación Colombiana de Radioterapia Oncológica y el Ministerio de Salud, aprobaban su pedido. 

Es así que el día de hoy a las 9:32 de la mañana se realizó la eutanasia de Don Ovidio. Él mismo pidió que se adelantara la intervención pues ya sus funciones no le respondían bien. Según, su hijo "Matador" el procedimiento se realizó cumpliendo todos los estándares médicos y éticos exigidos. 

“Es lamentable que este primer caso haya tenido que pasar por tanto trámite, es un doble dolor para mi familia que ahora ya terminó. Ojalá esto sirva para algo”, dijo ‘Matador’.

Se trata de la primera muerte asistida legal que se efectúa en Colombia. No cabe duda que este ejemplo servirá como referente para otras personas que se encuentran en las mismas circunstancias y que deseen terminar con su vida por motivos humanitarios. 

(Foto de cabecera: BBC)