La comprobada y recomprobada contaminación de la empresa Southern Copper en Ilo sigue impune hasta hoy. Aunque su presidente, el mexicano Óscar Gonzales Rocha, podría recibir 30 meses de prisión efectiva, como solicitó la Fiscalía, está saliendo bien librado.
¿Por qué? Porque es un hombre "mayor y enfermo". Al menos esa es la justificación que esgrime su defensa y que el juez limeño Ricardo Chang Racuay (hay que anotar ese nombre) coloca en su acción de amparo, como informa La República:
"Al tratarse de una persona de la tercera edad, debe tener calidad de vida, entendiéndose por esta la integridad del ser humano en los aspectos físico, psíquico y espiritual".
Es decir, nuevamente, cuestionados magistrados bloqueando la propia acción de la justicia.
Gonzales Rocha, de 77 años, fue acusado en noviembre de 2013 por el fiscal provincial de Ilo, Alfredo Rojas Bedregal, por el delito de contaminación del medio ambiente en la modalidad de culposa.
El 15 de enero de 2015, el empresario mexicano se presentó ante el juez penal de Ilo, Erly Alejo Cruz; pero desde entonces ha decidido acogerse al derecho del silencio.
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