Chile dio un paso importante en política cultural. El vecino país ratificó el Tratado de Beijing (2012) que resguarda a nivel mundial la propiedad intelectual de los artistas audiovisuales y sobre todo protege su trabajo de la difusión no autorizada. El acuerdo evitará también la mutilación de las interpretaciones y ejecuciones de los artistas.

Esta acción celebrada en Gineba, en la sede de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), coloca  a Chile a la vanguardia de la protección de obras audiovisuales. 

La Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales de Chile (Direcon) mostró su satisfacción tras la ratificación del acuerdo. Así lo señaló su director Andrés Rebolledo:

“Nos parece que es una decisión muy importante pues este tratado reafirma este tipo de derechos de los artistas, permitiéndoles exigir que sean identificados como tales”.

¿En qué consiste el Tratado?

El Tratado de Beijing -explica Rebolledo- establece un marco jurídico internacional más claro que permitirá a los artistas chilenos consolidar su trabajo en la industria audiovisual a través de protección en el entorno digital y salvaguardando los derechos de los beneficiarios contra  la utilización no autorizada de sus interpretaciones en el cine o la televisión. 

Con ello, los actores chilenos, por ejemplo, tendrán la seguridad de que sus actuaciones no podrán ser utilizadas ( a nivel nacional e internacional) sin su consentimiento. De igual manera, tendrán la oportunidad de obtener una participación en los ingresos internacionales en las producciones que trabajaron. 

El convenio, firmado por 74 países, entrará en vigencia una vez que los 30 suscriptores del compromiso hayan depositados sus instrumentos de ratificación ante la OMPI.  Hasta ahora, 6 países (Botswana, China, Japón, Eslovaquia, Siria, y Emiratos Árabes Unidos) habían cumplido con dicho trámite.

Y el Perú, ¿para cuándo?

[Con información de la Direcon]

[Foto de portada: Fotograma de película 'Machuca']

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