Rocío Calderón Vinatea, la gran amiga de Nadine Heredia, al fin tuvo el tino de renunciar al cargo que ocupaba en el Consejo Directivo del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE).
Al menos eso se desprende de la resolución N°30-2015-MEF publicada hoy en las normas legales de El Peruano, en la que se señala que el Ejecutivo aceptó su dimisión y le da la gracias por los servicios prestados, aunque los detalles de esta esta decisión aún se desconocen.
Si ya su íntima amistad con Nadine Heredia (quien dijo que Rocío Calderón es como su hermana, para justificar que le haya prestado su tarjeta de crédito para hacer compras en el extranjero por US$38 mil) ponía en entredicho su posición clave en el Estado, la investigación que le abrió la fiscalía de lavado de activos hacía insostenible su permanencia.
El Ejecutivo hace pública la renuncia de Calderón Vinatea un día después de que en el Congreso se anunciara que sería citada, en virtud de su alto cargo en el Estado, a la Comisión Belaunde Lossio, luego de que ayer sus miembros decidieron que Nadine Heredia y otras 10 personas pasarán a ser investigados por sus nexos con el exasesor electoral del humalismo.
Rocío Calderón tiene abierta una investigada fiscal por la transferencia de US$18 mil que recibió en el 2005 de la empresa Kaysamak, vinculada al régimen chavista, desde un banco de Nueva York.
De ese monto, la ahora exfuncionaria de la OSCE le depositó US$2,500 a su amiga Nadine. En total, Kaysamak envió más de US$87 mil a cuentas de personas del entorno de la hoy primera dama. Su defensa alega que ese dinero se usó para fundar al Partido Nacionalista.
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