A poco menos de dos meses de que salga su octavo disco, Algo Sucede, Julieta Venegas ha llegado a Lima para repasar su discografía y adelantar algunas canciones nuevas. Han pasado 17 años desde que lanzó su primer álbum, Aquí (1998), en el que demostró, de golpe, la fuerza de su voz y su relación tan personal con el piano y el acordeón. Desde su tercer disco, Sí (2003), evolucionó a lo que consideró el reto de expresar con sencillez emociones alegres. Luego, por el contrario, ahondó en la idea de los miedos y eligió para la portada de Los Momentos (2013) un retrato que expresara su escepticismo. Ahora, si bien promete un disco “mucho más luminoso”, ha asumido un nuevo reto en unos cuantos temas: hablar de la crisis de su país, México, desde el terreno de las emociones personales.  

En medio de una agenda apretada en la que también quiere hacerse un tiempo para recorrer la ciudad, Julieta Venegas explica por qué ha caminado en distintas direcciones durante estos años y qué es lo que puede hacer una mujer que compone canciones en medio de la crisis de una nación.


"COMPONER ES COMO ABRIR UNA PALETA DE EMOCIONES"


Comenzaste tocando música clásica con el piano a los ocho años y terminaste siendo una de las cantantes pop más reconocidas. ¿Tuviste algún tipo de resistencia para dejar la música más académica?

Lo que me hizo cambiar el rumbo no fue necesariamente pensar en “lo comercial”. Lo que me cambió fue descubrir que lo que yo quería hacer realmente era componer canciones. No me consideraba la gran cantante o instrumentista, pero encontré que eso era lo que yo quería desarrollar. A mí lo que más me interesa es la parte de la composición, escribir historias. Luego veo cómo las visto, cómo las produzco.

Es claro que musicalmente y en cuanto a las letras hubo un cambio entre tus dos primeros discos y los que vinieron después. Algunos lo describen como tu paso de lo indie a lo pop. ¿Tú lo ves así? 

No. Sí hubo un cambio en mi manera de estructurar mis canciones. En Aquí (1998) y Bueninvento (2000) mi búsqueda iba más por el lado instrumental. La voz y la canción iban en función de una pieza instrumental que era completa. Después me gustó más irme por la canción. En el tercer disco fue que empecé a escribir las canciones solo con el piano. Antes escribía pero pensaba en todo el arreglo y eso lo hacía más complicado y el resultado era más disparejo a mí parecer. Y cambió la temática también, eso sí. Ya sabía expresar melancolía, tristeza, los sentimientos más atormentados. ¿Cómo le hacía para expresar alegría? Me parecía importante crecer en ese aspecto. Siempre es una búsqueda para mí, pero todo el mundo dice que no, que soy más feliz y entonces soy más pop. Incluso la novia en la portada del tercer disco fue una manera de romper completamente con Bueninvento que era súper atormentado y adolescente en cierta manera.


En los siguientes discos mantuviste más o menos esa línea, pero otro quiebre parece ser Los Momentos (2013). Has dicho que es un álbum mucho más reflexivo y desde el primer single Tuve para dar, la letra habla de que todo no era tan feliz. ¿Sientes que has vuelto un poco hacia eso o que hay una nueva visión de las cosas en ti ahora?   

No es ir y volver. Yo ahora voy a sacar Algo Sucede, que es el disco que acabo de grabar, y va a ser muy contrastante con Los Momentos. Es un disco mucho más luminoso, con más instrumentalización acústica. Sí creo que por momento es muy reflexivo, pero ahora creo que he hecho un disco que tiene más colores. Igual está una canción como Explosión o Una respuesta que son muy tristes, pero también están otras que tienen que ver con la adolescencia. No es como ir o regresar a temas tristes o alegres, para mí es como abrir una paleta de emociones más que otra cosa.

foto: musuk nolte / lamula.pe


Según has dicho, te costó mucho entender que la mejor manera de decir las cosas era la manera más sencilla, hacer letras como si se trataran de una conversación. ¿Qué te atrajo de la sencillez?

A mí lo que me gusta es contar historias y la mejor manera de hacerlo creo que es llegar a la esencia de esa historia y eso a veces es lo más difícil. Es muy fácil irte por las ramas, por la parte instrumental. Yo lo que he descubierto es que me gusta la canción popular. Prefiero contar una historia en dos minutos y medio. A mí una canción de ocho minutos ya es otra cosa. Incluso como espectadora me gusta que me cuenten una buena historia de una manera directa.


Sin embargo, en algún momento has contado que te costó mucho asumir la música popular que escuchaba tu mamá. ¿Por qué tuviste una resistencia en un inicio?

Porque crecí. Era niña y pensaba que lo más interesante venía de afuera. La música que escuchaba mi hermano era la anglosajona, todo el lado más tipo The Police. Cuando crecí empecé a aprecia a Juan Gabriel y la manera como mi mamá escucha música que es mucho más como si esta fuera parte de la vida. Ahora que tengo una hija escuchamos música en casa sin prejuicios y nos divertimos y es parte del ambiente familiar.


“ME DA ORGULLO REPRESENTAR A LAS MUJERES QUE COMPONEN”

Ahora que te preguntan mucho sobre la situación de México, siempre haces la aclaración de que si bien has empezado tocar el tema en alguna de tus canciones lo haces más desde un lado emocional que político. Ya al inicio de tu carrera te saliste de Tijuana No! porque sentías que lo tuyo era algo más personal y sentimental que político. ¿No crees que hay una conexión entre ambas cosas? 

Sí, lo que pasa es que me cuesta mucho trabajo unir mis convicciones políticas con mi trabajo. No es que no las tenga, claro. Lo que me pasa ahora es que yo escribo desde lo emocional incluso en mis temas sobre México. No estoy tratando de plantear una solución o decir lo que hay que hacer. No sé si la música es realmente la que puede hacer eso, por lo menos con la situación compleja que tenemos en México. Podemos expresar dolor, tristeza, pero no hallar una solución. Eso es trabajo de alguien más y no sabemos de quién. Como ciudadanos tenemos que tener una posición como punto de partida pero yo, como música y compositora, lo hago más desde la necesidad real de no obviar ese tema. Pero me costó mucho trabajo, en el caso de las canciones del nuevo disco como Explosión y Una respuesta. Necesitaba intentarlo por lo menos. No sé si iba a servir de algo, era simplemente la necesidad de contar lo que sentía.


¿Qué sensación te genera el que constantemente te pregunten sobre la violencia en México, siendo tu alguien que plantea un discurso más dirigido hacia el amor y el desamor?

No me parece algo equivocado. Soy una persona que vive en este mundo. Es algo en lo que yo pienso todos los días también. No creo que los artistas en este momento de la vida o de México o del mundo podamos hacernos como los que no nos enteramos de nada. Justamente es lo opuesto.

foto: musuk nolte / lamula.pe

Se ha dicho de ti que rompiste “el arquetipo de las cantantes famosas, rubias y operadas tipo Televisa” ¿Los sientes así? ¿Eres consciente de eso? 

No, no era consciente y tampoco creo que represente eso ahora. Quizá sí represento otro tipo de música mexicana. En ese aspecto sí, me da orgullo representar a las mujeres que componen, que vienen de otro lado. Nunca tuve contacto con la cultura televisiva antes. Vine de grupos de reggae y ska, y de Tijuana. Era otro camino. No solo no me sentía identificada, sino que creo que no tenía nada que ver una cosa con la otra. México es tan grande que tiene cabida para una cantante que hace algo más pop y tiene una representación más televisiva y para alguien como yo que viene de un lado completamente diferente. Creo que en todos los países hay esas dos maneras de representación de la mujer. En ese sentido creo que se trata más de qué tipo de mujer eliges que te represente.


A raíz de tu presencia en el festival de música indie Benicàssim, en España, donde se cuestionó tu presencia por no encajar en el perfil, dijiste que ni tu misma sabías cuál era tu lugar en la música. ¿Ahora, años después, ya lo tienes más claro?

No es algo que me cuestione tanto. En ese momento lo decía porque el prejuicio era que había sonado en la Radio Fórmula y la gente del festival era muy defensiva de sus espacios indies. Había todo un cuestionamiento. Yo me identifico con la manera como la gente que viene del independiente hace, crea y estructura su música. Yo ya no tengo una disquera que me manda y me hace salir en la radio y que me viste. Vengo de un lugar completamente diferente. Si me empiezan a cuestionar solo puedo decir que hago canciones, que soy mexicana y si bien he salido en ciertas radios también me gusta la música independiente. Yo no veía el conflicto. En el escenario es el único lugar donde puedo probar quién soy. No me voy a poner a discutir argumentos conceptuales con nadie. Mejor vamos a tocar, ¿no?

Toda la información sobre el concierto puedes encontrarla aquí. 

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