Hace unos días, el escritor italiano Umberto Eco, afirmó en una conferencia de prensa que las redes sociales "le dan la palabra a una legión de idiotas", y que en internet el "tonto" es "el portador de la verdad". ¿De quiénes está hablando cuando sostiene aquello? O ¿a quiénes va dirigida esta crítica?

Estas declaraciones se dieron en una conferencia de prensa en el Gran Palacio de la Real Escuela de Equitación en Turín, donde la Universidad de Turín le otorgó un honoris causa en Comunicación y Cultura de los Medios de Comunicación; centro de estudios en el que Eco estudió Filosofía a mediados de los años cincuenta.

Éstas fueron una de las tantas cosas que dijo al respecto y que han sido 'rebotadas' en distintos medios:

- "Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los necios".

- "La televisión ha promovido al tonto del pueblo, con respecto al cual el espectador se siente superior. El drama de Internet es que ha promovido al tonto del pueblo al nivel de portador de la verdad".

- Eco recomendó no solo a los medios digitales a "crear un filtro de información con un equipo de especialistas en Internet, porque nadie es capaz de entender hoy en día si un sitio es de confianza o no".

En los últimos años, Umberto Eco ha venido reflexionando sobre el internet y la calidad de los contenidos que en él son visibles. Sus críticas no son nuevas en ese sentido; no obstante, estas últimas asemejan a las nacidas del estereotipo del viejo escritor cascarrabias, o el anciano de 'en mis tiempos...' (aunque con argumentos).

Sin duda el también premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades vive en plenitud la contradicción de haberse formado como letrado (novelista, filósofo, semiótico, columnista en periódicos) y convivir entre los medios digitales y sus redes. A pesar de que los circuitos de esos dos polos ahora se encuentran más o menos integrados, no lo están tanto los estándares del primero con el segundo. Y es allí, creemos, por donde se dirige su crítica.

"La invasión de los necios" y el "tonto del pueblo" serían las voces de distintos personajes de las redes sociales y de la tv que hacen visible contenidos falsos, sin argumentos, dañinos, etc., y que es a lo que se enfrenta a diario el que consume internet o incluso la televisión, sin tener siempre la predisposición de recibir críticamente alguna que otra información. Dirían algunos que eso es parte de la democratización de las tecnologías de la información.

Un ejemplo cercano, tratando de seguir el pensamiento de Eco, que evidencia ello es aquel que muestra a muchas personas, incluido medios de comunicación (diario Correo), que tomaron la sátira de Deslenguados sobre Mario Vargas Llosa y su vida sentimental como si fuese testimonio real del escritor. No hubo corroboración de la información y, por consiguiente, las reacciones de quienes se la creyeron fueron, por decir poco, desproporcionadas.

Si bien es palabra común sostener que internet ha invadido todos nuestros espacios, entre otras glorificaciones a la red, el mismo es un espacio en el que se evidencia que sus usuarios manejan de forma habitual los contenidos sin dominio alguno (rebote de noticias y denuncias falsas, clickjacking, bulos, falta de corroboración de información, contenidos sacados de contexto, repetición de prejuicios sociales negativos).

Algunos dirán que es muy severo pensar como Eco, al hablar de tontos e idiotas, pero por otro lado quizá sea muy benevolente pensar en ellos acaso como personas desprevenidas.


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