Mientras Hillary Clinton ha enfocado su campaña a la Presidencia de Estados Unidos en hacerse con el voto hispano, Donald Trump ha dejado bien en claro que no piensa seguir su estategia. Y es que el flamante precandidato por el Partido Republicano lanzó hoy duras críticas a los inmigrantes mexicanos que llegan a su país y propuso levantar un “gran muro” en la frontera entre ambas naciones y que “México lo pague”.
En su discurso de 45 minutos que pronunció en la torre del centro de Manhattan que lleva su nombre, en la que anunció su intención de competir en la carrera a la Casa Blanca en las elecciones presidenciales de noviembre 2016, Trump rescató el sentimiento nacionalista de un país que, según dijo, se ha convertido en el “basurero de todos los problemas de los demás”.
El magnate norteamericano también se tomó su tiempo para criticar al radicalismo islámico, al avance económico de países como China y Japón y volvió a atacar a México en su alocución al señalar que dicho país está “ahogando económicamente” a los Estados Unidos:
“México manda a su gente, pero no manda lo mejor. Está enviando a gente con un montón de problemas (...) Están trayendo drogas, el crimen, a los violadores. Asumo que hay algunos que son buenos”.
Donald Trump aseguró que, si llega a la Casa Blanca, construirá un “gran, gran muro” en la frontera sur. “Y haré que México lo pague”, agregó, y señaló que como magnate inmobiliario, nadie levanta “mejores muros” que los suyos y los construye “muy baratos”.
"México no es nuestro amigo", insistió Trump, y dijo que sus impresiones sobre los inmigrantes se basan en los comentarios que ha recibido en la Policía fronteriza. “Un país sin fronteras, simplemente no es un país”, insistió.
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Con información y foto de cabecera de EFE