[Actualización 1:03 pm] El Ministerio Público peruano anunció hoy el inicio de una investigación preliminar luego de los hallazgos de la Policía Federal brasileña sobre presuntos pagos de sobornos de las empresas brasileñas para la construcción de la carretera Interoceánica Sur en los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García.

El fiscal César Zanabria, a cargo de la coordinación de de las Fiscalías contra Corrupción de Funcionarios, dispuso la revisión y análisis de la información difundida en el reportaje del portal Convoca

Pero, ¿llegará a algo esta indagación en un país donde la impunidad suele ser el mejor abono para la corrupción? Eso está por verse, aunque las dudas de que así sea son muchas y legítimas. 

Más temprano, el actual ministro de Transportes, José Gallardo Ku, se pronunció, pero lo suyo fue más bien una declaración 'diplomática' al paso para salir del apuro, tras ser consultado por el caso en Canal N esta mañana:

Estamos del lado y haciendo fuerza para que siempre se hagan investigaciones porque lo que uno no puede permitir es que haya corrupción.

En el Congreso también se refirieron al tema, y aunque varios legisladores se pronunciaron a favor de que se inicie una investigación sobre los hallazgos de las autoridades brasileñas, ya sabemos cómo acaban (si es que se llegan a hacer) las investigaciones en el Legislativo.

COINCIDENCIAS SOSPECHOSAS

Y como para animar un poco a nuestras apáticas autoridades, Gabriela Flores, integrante de Convoca, en Ideeleradio subrayó en un hecho que refuerza los indicios aportados por la investigación federal en Brasil: los pagos que hicieron empresas brasileñas a funcionarios peruanos coinciden con el momento en que el gobierno de turno hizo determinadas modificaciones a los contratos de concesión de la Interoceánica.

“Lo que nosotros hemos encontrado al cruzar las fechas es que estos supuestos pagos que se reportan en los documentos que tenía la Policía Federal de Brasil coinciden con momentos en que el Estado peruano decide determinadas modificaciones de los contratos, que permitían el incremento de costos con la obra. La obra es una obra que pasó alrededor de unos 800 millones de dólares en el año 2005 a casi dos mil millones de dólares, según las cifras hasta marzo del año 2015 de Ositran”.

 La periodista de Convoca citó un ejemplo:

Uno de los pagos que se señala en los documentos se dice que tenía que hacerse el 26 de julio del 2006. Ese día hemos encontrado que se firma una tercera adenda que crea un certificado para las empresas para el pago anual de obras que daba el Estado. Lo cual coincide con los últimos días del gobierno de Alejandro Toledo para dejar amarrado el contrato.

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