Se le viene la noche a Jack Warner. A la denuncia que afronta por el desvío de parte de los US$10 millones que Sudáfrica envió al Caribe a través de la FIFA, el exvicepresidente trinitense del ente rector del fútbol mundial es acusado por la desaparición de US$750.000 destinados para ayudar a las víctimas del terremoto en Haiti de 2010.
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Unos documentos obtenidos por la BBC del Departamento de Justicia de Estados Unidos revelan que los fondos de emergencia donados por la propia FIFA y la Asociación Coreana de Fútbol (KFA) fueron a parar en unas cuentas que Warner controlaba.
Esta no es la primera acusación de fraude bancario que afronta el también extitular de la Concacaf: en 2012 la Federación de Fútbol de Trinidad y Tobago lo acusó de desviar más de US$670.000 de un fondo de emergencia a una cuenta bancaria que aparentemente controlaba.
Warner calificó en aquel entonces a dichas acusaciones de una conspiración en su contra, argumento que continúa esgrimiendo en la actualidad ante el escándalo de corrupción por el que es investigado en Estados Unidos junto a varios altos funcionarios de la FIFA.
Las autoridades estadounidenses señalan que Jack Warner exigió sobornos de hasta US$10 millones al Gobierno de Sudáfrica para que organice la Copa del Mundo de 2010 y que desvió parte de los fondos para su uso personal.
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