El artista Richard Prince cogió las fotos más populares de Instagram, las amplió, y les puso un precio de $90,000 cada una, todo esto como parte de una nueva muestra en su galería. El problema es que 6 de las imágenes pertenecen a un solo autor, al colectivo de modelos Suicide Girls. El uso que le está dando Richard no tiene el consentimiento de las modelos, ya que se basa en una de las prácticas más famosas del arte, la apropiación. Ahora las modelos, quienes se sienten robadas, no tuvieron la mejor idea que reproducir sus fotos en ampliaciones idénticas a las del artista, eso sí, ofreciéndolas por mucho menos dinero.
La fundadora de Suicide Girls, Missy Suicide, no tiene la menor intención de entablar algun acto legal contra Prince, entonces decidió comenzar su contrarobo de imagenes: vendiendo las imagenes en una impresión idéntica, ésta vez a un precio de 90 dólares. Pero no solo es la misma imagen y en el mismo lienzo, además agregaron un comentario en la parte inferior de la imagen, vía la cuenta oficial de Suicide Girls, diciendo: "True Art".
Solo para agregarle la cereza a la torta de la victoria, cada dolar ganado por las piezas de las Suicide Girls, serán donados a The Electronic Frontier Foundation, quienes se dedican a proteger e incentivar nuestros derechos y libertades como civiles digitales.