Las recientes acusaciones contra la primera dama, Nadine Heredia, sobre el dinero que recibió a partir del 2006 de Venezuela, han acaparado informes televisivos y varias portadas. De hecho, es el tema del momento, de lo que todo el mundo habla. 

Ayer, la propia Heredia respondió estas denuncias con un largo mensaje en Facebook, en el que aseguraba que el dinero recibido no provenía de las arcas del Estado venezolano, sino de fuentes privadas. Además, no dudó en asegurar que las investigaciones de la Fiscalía eran un exceso, una campaña de desprestigio en su contra.

LA RESPALDAN

Hoy, también a través del Facebook, la exalcaldesa de Lima Susana Villarán publicó un mensaje titulado "A la mujer, con palo", en el que califica de "violencia política contra la mujer" lo que se le está haciendo a la primera dama. Y lo compara con lo que sufrió durante su gestión. Este es el mensaje:

"Nadine Heredia no es amiga mía. Tuvimos una relación cordial de buena vecindad con ella y el presidente mientras fui alcaldesa, un par de almuerzos de trabajo, protocolo, pero de ahí no pasó. Cómo hubiese querido para Lima una relación tan cercana, en obras y proyectos, como la que tuvieron con El Callao. No inauguraron una sola obra con nosotros. Ni una cartita protocolar de despedida. No hard feelings como dicen los gringos."
"Dicho esto, estando fuera en estos días, me indigna ver cómo se ensañan contra ella: pura violencia política contra la mujer. Es eso lo que rechazo y con ella me solidarizo."

Conviene separar las cosas aquí. Varias de las acusaciones contra Heredia Alarcón son válidas y, de hecho, preocupantes. Por eso es importante conocer su respuesta (aunque solo se exprese por Facebook), por eso es válido que sea citada al Congreso (y saludable que haya asistido), por eso es necesario que la Fiscalía investigue el caso (aunque no se haya investigado otros casos quizá más escandalosos anteriormente: ¿los estudios de Keiko Fujimori? ¿Las propiedades de Pilar Nores?, etc.). 

Lo reprobable en el caso Nadine -y seguramente a eso se refiere Villarán- es el ensañamiento y las cuestionables formas con que se manejan las informaciones. Hay un tufillo evidentemente agresivo y machista en centrar las denuncias en las joyas, los vestidos y hasta los chocolates que comió Heredia en Nueva York. Una frivolización que no ayuda en nada para que la investigación siga su cauce correcto.

Y es verdad que Villarán sufrió ataques similares cuando fue alcaldesa. En ocasiones por el simple hecho de ser mujer.

¿Investigaciones justas o cargamontones arbitrarios? ¿Qué es lo queremos y esperamos de la justicia (y también de la prensa)? Da para pensar.


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