Ante el nuevo panorama de precios bajos del petróleo, Venezuela está buscando apoyos fuera de la OPEP para estabilizar el mercado, aunque la estrategia se anuncia difícil.

Este viernes, en Austria, se llevará a cabo la reunión semestral del organismo, que deberá decidir si mantiene o no su techo oficial de producción en 30 millones de barriles diarios (mbd).

En un comunicado, el gobierno venezolano propone “establecer un grupo técnico de trabajo permanente OPEP - No OPEP, para el monitoreo continuo del mercado”. El objetivo de ese grupo técnico es “generar recomendaciones para la efectiva toma de decisiones de los países productores”.

Venezuela, golpeada por la recesión y una elevadísima inflación (68,.5% en el 2014), obtiene de las exportaciones de crudo el 96 % de sus ingresos en divisas. El país, con las mayores reservas probadas de crudo, se ha visto duramente golpeado por el nuevo contexto de precios bajos.

Sin embargo, el recorte que en estos últimos meses han pedido Venezuela y otros países de la OPEP como Argelia, Angola y Libia parece bastante improbable. Arabia Saudita, el miembro más poderoso del cártel, y sus tres socios más estrechos (Kuwait, Qatar y Emiratos Árabes Unidos) están decididos a defender sus partes de mercado frente al auge del petróleo de esquisto (shale oil) estadounidense, y no tanto los precios.