Londres 1977. De día Phil Munnoch era un redactor de modales suaves que trabaja para una agencia de publicidad en el corazón de la ciudad. Era prolijo, era limpio, parecía inteligente en con su camisa y corbata. Llevaba pantalones planchados y sus zapatos brillaban.

Pero Phil tenía un secreto. Al final de cada jornada de trabajo, como un superhéroe posmoderno, Phil cambiaba su ropa de trabajo por pantalones ajustados de cuero, un collar de perro tachonado y una casca de plastico cubierta de pines para convertirse en Captain Zip, su alter ego punk.

Captain Zip se juntaba con otros punks que vagaban perezosamente, de arriba a abajo en King’s Road todas las noches. Disfrutaba de la libertad, la camaradería, el sentido de la aventura y el sonido de la música punk a todo volumen que salía de las de radios en la tiendas. Zip era mayor que estos jóvenes fans del punk rock y fue lo suficientemente sabio para saber que era parte de algo muy, muy importante.

Ser parte de la pandilla le permitió a Munnoch acceso para filmar a sus amigos y conocidos entre 1978 y 1981.  Bajo la apariencia de capitán Zip, Munnoch documentó la vida callejara de los punks en King’s Road. Durante los años ochenta, Munnoch reunió los ocho primeros rollos de estas películas caseras (rodadas en el ahora vetusto Super-8) para hacer un corto documental.

El resultado se llamó Death is their destiny y puedes disfrutarlo a continuación.





[Vía: Dangerous Minds]


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