En el 2012 Samsung perdió una demanda por violación de patentes contra Apple –por copiar el iPhone– y se le condenó a pagar US$929 millones. En diciembre del 2014 la compañía surcoreana apeló esta indemnización, pero ahora el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos ha confirmado el fallo anterior.
Sin embargo, hay que destacar que este tribunal rechazó parte de la sentencia y pidió la actuación de un Tribunal inferior para reducir la cantidad de dinero que Samsung debe pagar a Apple. De esta manera, la surcoreana no tendrá que indemnizar a la compañía estadounidense con los US$930 millones iniciales, aunque seguramente la cifra seguirá siendo bastante elevada.
Samsung había solicitado que la multa diminuyera en US$382 millones al argumentar que sus teléfonos no eran una réplica del iPhone.
La sentencia cierra parcialmente esta batalla legal que empezó en el 2011 y que dio lugar a que Samsung y Apple iniciaran una auténtica guerra mundial de patentes. Ambas compañías han caído en otras batallas excepto esta y otro caso relacionado en el que Apple sostiene que varias características de software específicas patentadas por ellos están en los smartphones de la gama Galaxy de Samsung