Este mapa, impreso por The National Wholesale Druggists' Association para el uso de los farmacéuticos durante una campaña promocional llamada Semana de la Farmacia, buscaba potenciar la imagen de la profesión. En ese momento en Estados Unidos y el mundo, la aparición de nuevos productos farmacéuticos hechos en laboratorio iba en aumento. Los farmacéuticos y boticarios de la vieja escuela, querían destacar su capacidad de comprender y manipular las plantas medicinales conocidas que producían fiables "drogas vegetales". Algo muy similar a lo que sucede, aunque a menor escala, hoy día.
Según los historiadores Arthur Daemmrich y Mary Ellen Bowden los principios de la década de 1930, significaron un punto de inflexión en la industria farmacéutica.
"Un intenso estudio científico intenso, conocimiento experto, extremo cuidado y precisión son aplicados por el farmacéutico a las plantas medicinales y las drogas", afirma el cuadro de texto en la esquina inferior izquierda del mapa, "desde el punto de origen a través de química compleja, botánico y procesos farmacéuticos empleados en la preparación de la medicina".
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En las décadas anteriores, los químicos que trabajan para las grandes empresas habían comenzado a inventar sistemáticamente nuevos medicamentos. Esto incluye el desarrollo de la aspirina y vacunas sintetizadas para enfermedades como el tétano y la difteria. El 1938 el acta del gobierno estadounidense (Food, Drug, & Cosmetic) resultaría en un mayor nivel de regulación federal para la producción de nuevos medicamentos. Y en las décadas posteriores, los investigadores iban a inventar una avalancha de nuevos antibióticos, psicotrópicos, antihistamínicos y vacunas, confiando cada vez más en la química sintética para hacerlo.
Relación directa del farmacéutico a la preparación de la medicina disminuiría en consecuencia. Lo misma tendencia se reproduciría en el mundo entero, dejándonos a merced de la industria.
Este mapa, además de alimentar la nostalgia, es un hermoso tributo a lo que la naturaleza era y es capaz de proveer sin necesidad de química sintética. Ahora imagina como sería uno del Perú.
[Vía: The Vault]
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