El primer ministro chino, Li Keqiang, prevé anunciar este lunes en Brasil, durante un encuentro con la presidenta Dilma Rousseff, la inversión de US$50,000 millones para financiar, entre otras infraestructuras, el llamado ferrocarril bioceánico.
Se trata de un megraproyecto que unirá que unirá China, Perú y Brasil. La línea ferroviaria entre la costa brasileña del Atlántico y la costa peruana del Pacífico facilitará las exportaciones de esos dos países al gigante asiático, que ya es la segunda economía del planeta y uno de nuestros principales socios comerciales.
Los estudios para la construcción de este gran corredor ferroviario, que comprende un tendido terrestre de 8 mil kilómetros (5 mil en Perú y 3 mil en Perú) se iniciarán la próxima semana. Las obras durarán cinco años.
El megaproyecto unirá el puerto chino de Tianjin, a través del Pacífico, con el puerto de Bayóvar (Piura) y desembocará en el Atlántico por el puerto de Santos (Sao Paulo).
El embajador peruano en China, Juan Carlos Capuñay, le dijo a El Comercio que la citada megaobra le "dará vida" al norte del país.
"En Bayóvar no solo están los yacimientos más importantes de sudamérica, sino que Piura además tiene una gran producción de frutas y la posibilidad de desarrollar la pesca".
En realidad, Bayóvar, con este ambicioso plan, debería convertirse en el megapuerto de ingreso a la región que busca China, que tiene previsto invertir unos US$250,000 millones en América Latina y el Caribe en este década.
El embajador Capuñay explicó algunos otros aspectos del proyecto:
"Perú y Brasil asumirán los costos en sus territorios, pero China complementará estas inversiones. Los trenes chinos modernizarán el sistema de comunicaciones y, a la vez, serán vehículos de transferencia de tecnología"
Otra ventaja relevante es que la carga de Asia-Pacífico que llega al Perú podría transitar a Brasil en solo cinco días. Por el canal de Panamá demora y cuesta mucho más.