Ollanta Humala habló, se hizo esperar y finalmente su mensaje sobre el proyecto Tía María no marcó la diferencia de declaraciones anteriores del oficialismo. El hecho de que el mandatario instara a la empresa Southern a que se manifestara y expresara su decisión hizo dudar a algunos sobre la institucionalidad democrática en el Perú.
No obstante que en las últimas horas, la Sociedad Nacional de Minería Petróleo y Energía, políticos y las sociedad civil coincidieran en que lo que debía hacer el gobierno era suspender el proyecto minero, Humala dijo que hacer eso podía ser un mal precedente.
“El presidente Humala nos ha dicho que él no puede hacer nada, que todo está en manos de tribunales internacionales, que nos pueden sancionar si se suspende el proyecto. De alguna manera se ha lavado las manos, ha rehuido responsabilidad y reconoce la debilidad institucional en la que está el Perú”, señaló la congresista Verónika Mendoza a LaMula.pe.
Para Mendoza, es peligroso que el presidente haga un llamado a una unidad en torno a un principio de autoridad del Estado, ¿se refiere a mayor represión? "Si él hubiera querido restituir el principio de la autoridad, él debió haber tomado al toro por las astas, en representación del Estado peruano, no del Partido Nacionalista, no de Southern, él pudo haber dado una solución: suspender el proyecto. La pausa que piden el presidente y la compañía no es suficiente, no es lo que se ha estado pidiendo, esto puede generar más protestas. Más allá de los argumentos jurídicos, está el estado de derecho y la vida humana".
Otro tema que la congresista cusqueña advierte es que el discurso de Humala ha dado a entender que de la inversión minera depende el desarrollo del país. "Ha dicho que a partir de una supuesta política exitosa de una nueva minería –que no se ve en el Perú– es que se ha podido ejecutar los programas sociales, el desarrollo, ¿o sea el Estado peruano depende de la actividad minera? Eso es grave. Nadie niega que es un sector importante, pero que el Estado depende de ella es un mensaje grosero.
Por su parte, el líder de Tierra y Libertad, Marco Arana, indicó a LaMula.pe que el discurso del presidente Humala genera una gran decepción y vacío. "Un conflicto de ese tamaño necesitaba definiciones", subraya.
"Lo que encontramos en el discurso –continúa– es que Ollanta Humala, al decir que la voz del pueblo es la voz de Dios, indicaría que se va a hacer una consulta y se va a respetar la decisión de la mayoría, pero por otro lado dice que Southern salga a comunicar, que no ha comunicado bien, y después dice que se va a actuar con toda energía contra los dirigentes. Está claro que van a continuar con la represión de la protesta. Lo que no está claro es cómo Southern va a reponer el problema. ¿Qué mensaje le ha dado a la población? Es impresionante la mediocridad del discurso, la falta de autoridad".
Para Arana, el hecho de que Southern haya planteado posteriormente una pausa no es suficiente, y no para Tierra y Libertad, sino para los agricultores y pobladores del Valle de Tambo. "Ellos exigen la suspensión del proyecto, no una pausa", anota.