Tal vez ocurre lo contrario en el Perú, pero en el mundo, McDonald's vende cada vez menos, y pierde dinero y ve que otras competidoras, aunque pequeñas, van camino a consolidarse. Por ello, reorganizará sus operaciones internacionales en un intento por reinventar su estructura de gestión y generar el crecimiento ante los malos resultados financieros que acumula.
"Los números no mienten", señaló el presidente ejecutivo de la compañía, Steve Easterbrook, al explicar el cambio radical que se llevará a cabo. El ejecutivo, quien asumió el cargo en mazo pasado, reconoció que durante el primer trimestre la empresa tuvo un descenso del 33% en sus ganancias y sus ingresos bajaron 11%.
En el 2014 las ganancias de McDonalds retrocedieron 15% y los ingresos cayeron 2%, con una disminución de ventas del 4% sólo en los restaurantes de la compañía.
De aquí hasta el 2018, el fabricante de la Big Mac venderá más de 3,500 restaurantes a franquicias, con lo que elevará el nivel de propiedad global de las franquicias del 81% al 90%. Así, continuaría la línea de su mayor rival, Burger King, que sólo administra el 1% de sus 7,300 restaurantes en Estados Unidos y Canadá. El anterior plan de McDonald's proyectaba vender 1,500 restaurantes hasta el 2016.
La cadena de comida rápida también quiere tranquilizar a los mercados sobre su capacidad para reinventarse a sí misma, por lo que pagará entre US$8 y 9 millones a sus accionistas este año.
Easterbrook señaló que espera que estas decisiones procuren US$300 millones en ahorros anuales netos, la mayoría de los cuales estarán en marcha a finales del 2017.
Además de estas medidas, McDonald's deberá seguir enfrentando la competencia agresiva que se centra en una economía saludable.
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