"Se ha cumplido un ciclo", con estas palabras el hasta hace solo unas horas secretario de Proceso Constituyente y Programa de Podemos, Juan Carlos Monedero, anunciaba el último lunes durante la presentación de un libro lo que este jueves a una de las mayores fuerzas políticas de España. 

La dimisión de Monedero, uno de los fundadores del partido, fue presentada a Pablo Iglesias, secretario general del mismo y amigo personal del politólogo de 52 años. Sin embargo, aunque muchos medios conservadores han querido resaltar esta noticia como el fin de la agrupación que nació como respuesta al descontento de millones de españoles con el sistema actual que los gobierna, lo cierto es que Monedero ha anunciado que sigue creyendo en él y que solo dejará su cargo en la dirección estatal para convertirse en un militante de base más de "la única formación capaz de traer el cambio".

"Juan Carlos no es hombre de partido, es un intelectual que necesita volar (…) Puede ser una figura más útil tanto para Podemos como para el cambio político trabajando sin la presión y sin la losa de las responsabilidades orgánicas", señaló Pablo Iglesias en una comparecencia este mismo jueves, donde no dejó de elogiar la labor desarrollada hasta hoy por Monedero, quien que pese a la reiteración de su compromiso con el proyecto que emprendieron juntos, ya había considerado que a veces el partido se parece más 'a quienes buscan sustituir'.

"Podemos cae en este tipo de problemas porque deja de tener tiempo para reunirse con un pequeño círculo, porque es más importante un minuto de televisión o es más importante aquello que te suma a la estrategia colectiva (…) Tengo la sensación de que debo regresar a la reflexión y dejar de dedicar tanto tiempo a la vida orgánica. Podemos necesita una voz que no sea la voz del partido. Toda la gente que montamos Podemos estamos en la vorágine de un aparato que necesariamente se burocratiza. Alguno de nosotros tiene que salirse a volver a mirar desde fuera, pero que su voz no sea la misma que la del partido", ya había señalado el martes en declaraciones a El País.

Además de continuar en la militancia del partido, fuentes cercanas al exnúmero tres de la agrupación han señalado que dedicará más tiempo a su trabajo en el programa de televisión La Tuerka y a atender compromisos académicos en Italia, Portugal y Colombia.

Pero ante la ola de rumores suscitados este jueves desde las trincheras que. reiteramos, quisieran ver a Podemos fuera de carrera, el mismo Monedero escribió una carta titulada 'Para mi amigo Pablo' que ha sido difundida a través de la web Público.es y que aquí reproducimos en su totalidad:

Para mi amigo Pablo

Cuando fundamos Podemos, tres convicciones nos acompañaban que hoy, después de presentarle a Pablo mi dimisión de los cargos de dirección del partido, siguen intactas. No se nos han movido porque nos nacieron de muy adentro. Siguen firmes porque las cuidamos durante mucho tiempo, atendiendo a todos sus rincones, a sus promesas y también a sus riesgos. Son parte de nosotros porque, además de pensarlas, las sentimos, durante muchas noches, después de hacer La Tuerka, al salir de dar clase en nuestra Universidad, conversando con hermanos de aquí y de allá, compartiendo tranquilidad en medio de pinares. Esas tres convicciones nos siguen orientando: la necesidad de decirle a los responsables de vaciar nuestra democracia que podían vencer, pero que no nos estaban convenciendo; la necesidad de construir un relato que terminara con la resignación a la que se invitaba a nuestro país; y la convicción de que para cambiar nuestra democracia teníamos que recuperar, junto a la inteligencia, la emoción, que teníamos que hablar con la misma voz con la que hablábamos todos los días, que teníamos que reinventar nuestras tradiciones para que todo el esfuerzo de nuestros mayores no se echara a perder.

Teníamos a nuestro favor el motín de Esquilache que supuso el 15M. Vimos que ese era el punto de inflexión y siempre lo respetamos. Se trataba de convertir esa indignación social en indignación política. Lograr que el miedo cambiara de bando para que los sinvergüenzas a los que se les llenaba la boca de España y tenían el dinero en Suiza pagaran por todos sus desmanes. Contábamos con la grandeza de un tipo auténtico, con coleta, voz trenzada con el timbre de la gente de abajo y, sobre todo, con muchas ideas. Cuando Pablo me dijo: “¿nos lanzamos?”- le contesté: “contigo, Pablo, me lanzo”.

Hoy he dejado los cargos de dirección de Podemos con una sola intención: empujar con mucha más fuerza este proyecto. Sin los frenos de los órganos colegiados; sin las penurias de las organizaciones (también, y eso me lo pierdo, sin sus grandezas); sin el dogal de las urgencias electorales. Sin la ponzoña de los medios ni sus enredos que envilecen. Recupero una voz que sólo me representa a mí mismo. Que no compromete sino a quien esté de acuerdo con mis errores y con mis aciertos, y que le quita a los que viven del infundio la posibilidad de achacar a nadie que no sea yo mismo mis opiniones.

Voy a volver a recuperar mis cenas con Pablo para hablar de otras cosas que no sean las exigencias de la burocracia. Lejos de las intrigas de los medios. Pablo volverá a reventarme algún capítulo de Juego de tronos que aún no habré visto y yo le voy a decir que cómo es posible que aún no haya visto la versión inglesa de House of Cards. Vamos a compartir el último libro que publique nuestro amigo Ramón Akal, va a hablarme de Perry Anderson, yo le insistiré con Boaventura de Sousa Santos. Vamos a reirnos, como hemos hecho siempre. Incluso hoy mismo que los dos estábamos rondando la tristeza por culpa de un mundo al que le falta empatía. Vamos a volver a ser los confidentes de ese otro mundo posible por el que vamos a seguir peleando. Los mercenarios querrán contar de una manera fea lo que no pueden entender. Hace mucho tiempo que renunciaron a vivir. Pablo es, además de una parte hermosísima de mi biografía, el secretario general del partido con el que voy a seguir luchando. Sabíamos que esto iba a ser difícil, que teníamos que enfrentar muchas mentiras, que el poder nunca iba a permitir sin recurrir a mil tretas que les sacáramos del Gobierno.

En política, nunca he sentido tanta seguridad como cuando él está cerca, cuidando siempre a todos los que estamos en esta pelea. Quien no entienda esto no entenderá por qué Pablo Iglesias tiene el mandato de gobernar nuestro país. Hoy mismo seguimos en esta pelea. Pablo como secretario general en la Mesa Ejecutiva de Podemos. Yo, igualmente en Podemos pero en una nueva tarea. Pero no menos comprometido. Algo de mala conciencia me acompaña por no estar al lado de Pablo en un sitio tan ingrato como es la direccion de un partido. Me comprometo a trabajar el doble desde mi nuevo espacio. Y que ladren los que han perdido la capacidad de entender lo que significa la amistad. Seguimos creyendo, eso significa Podemos, que sin amor no se puede hacer política. Este Primero de Mayo, como tantos años, vamos a brindar Pablo, tú y yo, con y por los trabajadores. Es un orgullo ser tu amigo. Gracias por todo lo que estás haciendo. Y por no dejarte vencer por tantas mentiras.


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