Cumpliendo su promesa de poner en marcha de inmediato un duro plan de medidas anticorrupción, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, puso este miércoles suma urgencia a dos proyectos de ley, uno de probidad en la función pública y otro que limita la reelección de los cargos por votación popular. 

"No hay más tiempo que perder, todos los diagnósticos y sugerencias ya están sobre la mesa", dijo Bachelet en una ceremonia en el Palacio de la Moneda.

"Nuestro deber es que Chile tenga un sistema democrático moderno que esté de acuerdo a un país que aspira a ser desarrollado. Y una democracia moderna significa mayor participación, alta transparencia, mejores partidos, un sistema electoral representativo y con límites a la reelección de las autoridades", agregó.

Bachelet anunció la noche del martes varias medidas anticorrupción, emanada en su mayoría del trabajo de una comisión Engel, creada precisamente para abordar esos temas.

También informó de la elaboración de una nueva Constitución que reemplace la actual que aún tiene reminiscencias de la dictadura de Pinochet, para lo que se desarrollarán a partir de septiembre mecanismos de participación ciudadana.

Los anuncios de Bachelet surgen luego de una serie de escándalos políticos y económicos que han sacudido durante los últimos meses al país y han puesto en tela de juicio las prácticas de partidos y empresas, que se han visto envueltos en mecanismos de financiamiento irregular que están siendo investigados por la justicia.

¿EN QUÉ CONSISTEN LAS MEDIDAS ANTICORRUPCIÓN?

El proyecto de probidad no solo previene de mejor manera los conflictos de interés de las autoridades públicas, sino que también establece sanciones más severas en caso de que se presenten.

Entre otros elementos, la iniciativa extiende, regula y aumenta las declaraciones de patrimonio de las autoridades, haciendo más duras las sanciones.

También determina un mecanismo de fideicomiso para las autoridades que posean un patrimonio en acciones y valores superior a algo más de un US$1 millón y establece la imposibilidad de que quienes ejercen cargos de responsabilidad pública sean parte al mismo tiempo de empresas que hacen negocios con el Estado.

Paralelamente se solicitó discusión inmediata para la reforma constitucional, que limita la elección de senadores diputados y otras autoridades elegidas por votación popular.

"Estamos proponiendo el término de la elección indefinida, proponemos que los senadores pueden ser reelegidos en sus cargos una sola vez, por un máximo de 16 años; y en el caso de los diputados, alcaldes, concejales y consejeros regionales se plantea que pueden ser elegidos por un máximo de dos veces, es decir, doce años", dijo Bachelet.

"Este proyecto es también importante para terminar con malas prácticas como el clientelismo y el tráfico de influencias y permite una mayor fiscalización", añadió la mandataria.

Actualmente los cargos elegidos por votación popular no tienen límite de reelección dentro de la legislación chilena.

El partido Unión Demócrata Independiente (UDI) señaló, citado por el diario La Tercera, que el gobierno de Bachelet quiere desviar la atención con el anuncio de un proceso constituyente.

En tanto, Alberto Salas, presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio, criticó el anuncio de la mandataria, pues la “incertidumbre de una reforma constitucional causa gran inquietud en los actores económicos, con lo que podría verse aún más afectada la inversión” en Chile.


Con información de EFE, La Tercera y Emol.

Foto de cabecera: Gobierno de Chile.