Son muchos quienes nombran a Beatriz Merino, presidenta de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH), como una opción para la Presidencia de la República. Su experiencia en el sector púbico -exjefa del Gabinete y exdefensora del Pueblo- y su perfil dialogante son puntos a su favor. Además, debemos considerar que a un año de las elecciones, los rostros de los candidatos son los mismos de siempre y el panorama no es alentador. 

Pero ella no parece tener ninguna intención de postular en el 2016. Hoy, Perú21 publica una extensa entrevista a Merino, en la que en ningún momento se menciona la posibilidad de una candidatura. En vez de eso, ella analiza la eterna división entre izquierda y derecha.

"La izquierda tendría que ser, para mí, un grupo de personas interesadas en la vida pública que entendiesen que la economía tiene sus leyes propias. Personas que van a dedicar una parte importante de su quehacer político a aquello que el mercado no resuelve –“las fallas del mercado”–, pero no instalarse como adversarios de la modernidad."

Pese a estas afirmaciones, la exprimera ministra del gobierno de Alejandro Toledo consideró que las mejores opciones son las que se alejan de ese maniqueísmo diestro-siniestro.

"La izquierda, y en general la política peruana, tendría que reconocer conceptos más modernos que “izquierda-derecha” (...) Los extremos se están reduciendo cada vez más. Creo que la tarea de la izquierda es defender los intereses de aquellos que no tienen voz para así darles voz. Yo creo que sí va a haber una modernización de la izquierda peruana, más aún con estas últimas manifestaciones públicas de gente joven."

Sobre la derecha en el Perú, fue más tajante aún, criticando los sectores más recalcitrantes y antidemocráticos:

"(En la derecha) hay de todo. Desde el fascismo más absoluto que a mí me aterra y el rechazo a la condición esencial de la democracia, que es que todos somos iguales y todos tenemos los mismos derechos. Observo un grupo radical que cree que es dueño de este país y por lo tanto, el país debe diseñarse a su beneficio."

Como ejemplo menciona el tema de los conflictos sociales, uno de los grandes problemas del país, cuyo último y lamentable capítulo ha sido lo ocurrido en Arequipa, en torno al proyecto Tía María:

"A veces siento que en la derecha está muy presente la eliminación del enemigo. Es decir, considerar que detrás de una protesta, siempre existe un adversario y no una necesidad. Que para hacerse escuchar y llegar a la primera plana de los periódicos, la protesta tiene que traer consigo un hecho violento. Para mí eso es lo más triste de esta dinámica. Tenemos que encontrar una derecha moderna que entienda que el tema de las comunidades no es un tema del adversario, sino de personas que son su responsabilidad porque nadie es pobre por elección."

Merino, finalmente, hizo una reflexión acerca de lo que espera para los próximos comicios y el presidente que espera para el Perú.

"Yo quisiera ver en mi país una opción en el curso de las próximas elecciones mucho más moderna en todo sentido. Habría que empezar por transformar el sistema político y no tener partidos descartables."

Un deseo que parece simple y generalizado, pero resulta un desafío tremendamente complejo para quien quiera tentar el manejo del país por los próximos cinco años. Habrá que ver.


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